El revuelo suscitado las últimas semanas en torno a si resulta apropiado o no llamar a un hijo ‘Lobo’ ha puesto en el escaparate a algunos de los nombres más peculiares que reserva la onomástica española. Pese a que los ‘clásicos’ siguen siendo los más extendidos entre la población, cada vez afloran entre los jóvenes nombres más modernos que proceden de la admiración y el fervor hacia personalidades famosas.

Ajenos a este reciclaje en los nombres, permanecen aquellos que se resisten a desaparecer con el paso de las décadas y las generaciones. Ese tipo de nombres que se suele atribuir a personas de avanzada edad y que llegan a provocar una sonrisa al leerlos. Castellón no es una excepción y, aunque no es la provincia más estrafalaria en ese sentido, da buena muestra de ello.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), los José, Manuel, Vicente, Antonio y Francisco, y las María, María Carmen, Carmen, María Teresa y María Dolores, respectivamente, son los nombres más frecuentes entre los hombres y mujeres castellonenses. Mención especial requiere el caso de José, al cual no parece desgastarle ni afectarle el paso del tiempo. Era el nombre más común entre los nacidos antes de 1930 y, en la actualidad, más de 80 años después, aún sigue siendo el hegemónico en Castellón.

Sin embargo, pese a representar solo una pequeña parte de la población y poco a poco entran más en desuso, en el padrón también se pueden encontrar nombres de la talla de Longino, Sandalio, Clodoaldo o Juventino. Mención aparte merece Marciano, ese nombre tan poco terrícola que identifica a más de 1.400 españoles. Incluso hay personas que, por raro que parezca, comparten nombre con un animal, una ciudad y una provincia al mismo tiempo. Es el caso de León, el cual poseen más de 2.500 hombres a escala estatal. A nivel femenino, destacan Cinta, Marciana u Ovidia, a los que hay que sumar otros de origen más moderno y que se derivan de fenómenos sociales. Es, por ese motivo, que muchas niñas de entre 0 y 4 años se llaman Shakira o Rihanna; o Cristiano o Messi, para los hijos de aquellos padres más devotos del fútbol. No en vano, se advierte un cambio de paradigma, dado que entre los recién nacidos de 2015 en la Comunitat Valenciana, los nombres más frecuentes son Hugo y Marc, entre los chicos; y Lucía y Martina, entre las chicas.

APELLIDOS // En el caso del linaje sucede prácticamente la misma tesitura. Del mismo modo que en el resto de España, los clanes García, Martínez, Sánchez, López y Pérez, por ese orden, son los cinco apellidos más comunes en la provincia de Castellón. No obstante, el INE también revela algunas ascendencias que, a primera vista, resultan algo más chocantes y jocosas. Aunque a muchas personas tal vez no les gustaría tener un apellido tan carismático, más de 20 castellonenses --el mínimo número de casos para que aparezca en la estadística nacional-- se apellidan Barriga, Feo, Toro, Mayordomo, Malo o Cabezón. Es un marchamo que muchos quizá desearían cambiar, pero la heráldica es algo innato. H