Hace 100 años se inició en Morella la tarea de observar el cielo y anotar los registros meteorológicos que se ha alargado hasta nuestros días. Fueron los Padres Escolapios los que comenzaron el análisis de estos fenómenos en el observatorio local, uno de los antiguos de la Comunitat Valenciana. Anteriormente, hay constancia de observaciones, pero realizadas de forma dispersa y no sistemática. Un 18 de enero de 1916 se tomaron las primeras mediciones a cargo del padre José María Tous en las Escuelas Pías. Las históricas fichas de enero y febrero que iniciaron la serie de datos de la localidad hace 100 años se guardan en el Centro Meteorológico de Valencia y han sido recordadas esta semana por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

A partir de 1976, la responsabilidad de ser los observadores del tiempo de Morella recayó en dos hermanos: José Agustín Amela y Juan Amela. El segundo comenzó su pasión por la meteorología en 1978 y, a partir de 1985, se encargó en solitario, con apoyo de su familia, de recopilar los registros. Una tarea constante que le valió el pasado año un reconocimiento de la Aemet a nivel de toda España por un trabajo de más de tres décadas. La institución reconoció su trayectoria y eficacia a la hora de coger los datos. Esta faceta le obliga a subir dos veces al día hasta la estación situada a la falda del castillo, a 1.010 metros de altitud. Tiene que dar parte de cualquier incidencia. “Son importantes las tormentas porque nuestros datos son claves en caso de tener de reclamar un seguro”, relata.

Las informaciones que va recopilando se pueden conocer gracias a su web morella.net/eltemps que cuenta con cientos de visitas cada mes y roza el millón de entradas.

Respecto al centenario, se conmemorará durante la primavera con varios actos previstos, entre ellos una exposición y charlas con expertos. Además, en breve, Morella contará con una estación automática de la Aemet que dará datos oficiales y en tiempo real. Un premio a una tarea de paciencia y regularidad que se inició hace un siglo. H