Los sanitarios que estaban de guardia ayer en la playa del Pinar de Castellón atendieron una singular emergencia y salvaron la vida... de un perrito. Los hechos ocurrieron pasado el mediodía de una soleada jornada de primeros de otoño, más propia de pleno verano. Según pudo saber este periódico, el animal cayó al agua desde uno de los espigones que están situados delante del Planetari mientras estaba paseando con su propietaria y, asustado por la caída, tragó mucha agua y se estaba ahogando, hasta el punto que se tuvo que pedir ayuda al servicio de socorrismo y salvamento de playas, que recogió al can ya semiinconsciente y dio aviso a los enfermeros del vehículo sanitario que estaba de guardia, de Ambulancias CSA.

El sanitario que lo atendió relató que «el animal estaba prácticamente inconsciente cuando lo cogimos, porque había tragado mucha agua y lo asistimos poniéndole oxígeno y reanimándolo durante unos minutos hasta que mostró signos de recuperación y conseguimos estabilizarlo». Después, y con mediación de agentes de la Policía Local, se buscó una clínica veterinaria de guardia, a la que se derivó el perro para que le realizaran un examen más exhaustivo tras una primera intervención de emergencia a pie de playa.

Atención urgente

Afortunadamente, todo quedó en un susto gracias a la rápida intervención de socorristas, sanitarios y fuerzas del orden, que se movilizaron en esta urgencia como en cualquier otra en la que los implicados no son animales, sino personas. Una buena acción para una mañana de domingo que la dueña del perrito nunca olvidará.

Los enfermeros utilizaron todo lo que estuvo a su alcance para evitar que el animal perdiera la vida y, tras conseguirlo, activaron el protocolo de desinsección del vehículo, obligatorio para poder continuar dando servicio.

Varias de las personas que participaron en la operación de rescate y reanimación del animal reconocieron que no dudaron en un solo momento en ayudar al perro y atender la demanda de su propietaria, visiblemente nerviosa temiendo por la vida de su más fiel compañero. Aseguraron que no se habían visto antes en un caso como este y se mostraron muy satisfechos por el resultado conseguido. El hecho de que todavía estuviera operativo el servicio de salvamento y socorrismo en las playas de Castellón, contribuyó a que esta singular historia terminara bien.

El operativo atrajo la atención de varias de las personas que ayer aprovecharon la mañana del domingo para darse un baño o tomar el sol en la playa del Pinar, a la vez de quienes estaban en las inmediaciones del espigón desde el que cayó el animal al mar. Fue una asistencia muy poco habitual que siempre recordarán, sobre todo la propietaria del animal, pero también los sanitarios y socorristas que contribuyeron a que este relato tenga un final feliz.