Ayer, cuando iba a escribir esta columnita para Mediterráneo, vi el calendario que señalaba el día de hoy, fecha en la que murió la popular Rita de Casia (en realidad Margherita Lotti) en 1457, nacida en la italiana Roccaporena, cuyo patronazgo es muy amplio, pero, sobre todo, destaca el de los funcionarios, aunque no fuera, posiblemente, de absoluto carácter religioso, según dicen, pero sí de aplicación de aquel refrán: «Santa Rita, Rita... lo que se da no se quita», en alusión a que las plazas de los funcionarios son vitalicias. Pero también ha adquirido popularidad el patronazgo de las causas perdidas o imposibles, problemas matrimoniales, abusos... Siendo muy joven, a los 14 años, sus padres la casaron con el que sería un marido maltratador.

EL ORIGEN del refrán, no obstante, dicen que hace referencia a una doncella poco agraciada que le pidió encarecidamente novio a la santa. Esta se compadeció y le otorgó el deseo, pero, hete aquí, que luego el novio la rechazó. Y la muchacha, ofendida, se dirigió a Santa Rita increpándole con este conocido refrán.

Pues bien, la santa murió y su cuerpo permanece incorrupto en la basílica de Casia en donde es visitado por los fieles. Las rosas le acompañan siempre como uno de sus símbolos y allí los devotos le formulan sus peticiones con la condición de que «lo que se da no se quita». Algo de lo que hoy tendríamos que aprender porque se da y se quita en demasía.

*Profesor