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Emocionado tributo ayer en la Universitat Jaume I (UJI) a la memoria del catedrático de Análisis Geográfico Regional, Diego López Olivares, fallecido el pasado mes de mayo. El campus en pleno y la facultad de Ciencias Jurídicas y Económicas en particular pararon un minuto en su memoria tras el bautismo con su nombre del nuevo Laboratorio de Estudios, Ordenación y Planificación de Espacios Turísticos, que durante tantos años dirigió e impulsó.

La rectora, Eva Alcón, el decano de la facultad, José Luis Blasco, y los tres hijos de López Olivares fueron los encargados de destapar la placa, ante otros familiares y numerosos representantes de la comunidad universitaria, que dieron así un último adiós al catedrático.

La profesora Rosa María Rodríguez Artola, miembro del Gabinete de Estudios Turísticos, destacó su trayectoria, en la que «el turismo fue su vida y el legado que deja es que hay que trabajar haciendo las cosas bien». Por su parte, uno de los hijos agradeció el gesto en nombre de toda la familia y aseguró que para su padre, «la UJI era su casa», recordando que «fue un pionero en la visión científica y académica del turismo».

La rectora afirmó que «su nombre siempre irá asociado a la persona que más sabe de turismo», repasando su trayectoria, sus trabajos internacionales y sus múltiples estudios. «Es una gran pérdida profesional, porque fue un magnífico y muy estimado profesor; pero sobre todo, personal». Alcón cerró el acto con el compromiso de la UJI para llevar a cabo los tres grandes proyectos pendientes de López Olivares: un doctorado, un máster universitario y un Instituto Universitario en Turismo.