El CD Castellón baja el telón a un 2017 en el que ha (sobre)vivido al límite, sobretodo durante los primeros seis meses, que dieron paso a un segundo semestre en el que de la mano del nuevo grupo de gestión, ha (re)vivido lo suficiente como para afrontar un nuevo año con citas ineludibles para su propio porvenir. La primera, en cuestión de días, la suscripción de una ampliación de capital que debe poner las bases a la hora de dotar al club del suficiente músculo económico y, de paso, hacer desaparecer del accionariado y de la órbita de control del club todo lo que remita a Castellnou2005, David Cruz y compañía. Un desafío financiero y judicial ineludible, tanto como el ascenso a Segunda B.

Un 2018, por tanto, que requerirá de goles. De mucho goles, pero también de muchos euros. Los primeros, para certificar otro pasaporte para la fase de ascenso (mejorando el tercer puesto actual, aunque el liderato está tan lejos, a nueve puntos, para considerarlo como algo factible) y después, siempre y cuando el Castellón no termine como campeón de grupo, afrontar las tres subsiguientes eliminatorias.

Un objetivo que queda en manos de Sergi Escobar y su plantilla, supeditada este mes a una remodelación para encarar con más garantías el segundo y más decisivo tramo de la temporada.

MONTESINOS Y COMPAÑÍA // El resto de desafíos, muchos de ellos encadenados al anterior en una relación de causa-efecto, corresponde a Vicente Montesinos y su amplio grupo de gestores e inversores. Precisamente, cambiar estos adjetivos por el de propietarios es el principal, que pasa, sobre todo, por cubrir la ampliación de capital (por valor de 909.000 euros) esta misma semana. De esta forma, saldrán de la alargada sombra de ese oscuro pasado que ha conducido al club a la delicada situación en la que están y, así podrán presentarse como dueños de la SAD ante cualquier gran empresa e institución.

Porque aunque Montesinos y los suyos han sido poner de su lado no solo a esos 10.400 socios (cifra que ha dado la vuelta a España, con resonancia, incluso, internacional), sino a pymes de la capital y provincia, falta ese apoyo de las grandes firmas, reacias, hasta ahora, a la hora de invertir en este nuevo Castellón.

AYUNTAMIENTO Y CASTALIA // Con ese título, el de nuevos propietarios, podrán tocar de nuevo a las puertas del consistorio, con el que, en primer lugar, negociar la cesión de Castalia, después de que con el cambio de año venza la prórroga en el convenio, firmada, precisamente, con la entrada de Montesinos y compañía. El siguiente paso debería ser la adecuación del estadio, más allá del lavado de cara del pasado verano, una necesidad acuciante por cuanto cada 15 día acuden miles de seguidores albinegros.

En el ámbito de los juzgados, será un año en el que estar pendientes otra vez de los múltiples focos, centrados en la instrucción del caso Castellnou2005 (iniciado a raíz de la denuncia de Sentimiento Albinegro), que ha alcanzado también a Cruz. También lleva años la denuncia de José Manuel García Osuna y Antonio Blasco contra el expresidente por el impago del paquete accionarial.

La consolidación del proyecto en la esfera de lo social también aparece entre los deberes del Castellón para un 2018 excitante.