En los despachos de la Ciudad Deportiva de Miralcamp debe haber, como mínimo, preocupación al ver como la principal inversión en contrataciones del pasado verano apenas está teniendo relevancia en esta primera parte de la temporada. Rúben Semedo y Enes Ünal llegaron al Villarreal en sendas operaciones millonarias, 14 kilos por cabeza. 28 millones de euros por el central portugués y por el delantero turco en dos jugadores que ni siquiera tienen asegurada cada semana su presencia en las convocatorias tras el relevo en el banquillo.

Calleja ya ha admitido que tiene trabajo por delante para redescubrir al Semedo que maravilló en la pasada Champions con el Sporting de Lisboa, con dos actuaciones sobresalientes ante el Madrid. Actualmente, el luso está en un periodo de readaptación hasta que el técnico considere que está física y mentalmente preparado para marcar diferencias en la Liga española.

Ünal ha jugado algo más que su compañero, pero actualmente se puede considerar el cuarto delantero de la plantilla, por detrás de Bakambu, Bacca y Sansone, a pesar de que es el único de los cuatro que cumple un perfil diferente, el de un 9 de referencia.

A favor de ambos está la edad, los 23 años del portugués y los 20 del turco que les otorga un amplísimo margen de mejora. Los dos han demostrado que tienen calidad y hambre para ser importantes en un Villarreal, aunque, de momento, los 28 millones de sus fichajes están en el limbo.