Si hay acuerdos con jugadores del Castellón que siguen de la temporada pasada o aquellos que denunciaron ante la AFE, no pasa lo mismo con los que no apostaron por esta última vía, ni tampoco con Kiko Ramírez, que aguarda en Tarragona la resolución de su litigio.

El técnico albinegro entre octubre y junio, que tan profunda huella ha dejado, denunció al club por su finiquito, una cantidad cercana a los 4.000 euros. A finales de julio ya hubo un encuentro entre Ramírez y David Cruz, sin que el primero aceptase las condiciones propuestas por el presidente. El tarraconense confirmó ayer que continúa “sin noticias” del Castellón, después de haber dado “hasta finales de agosto” para regularizar su situación. Mientras tanto, el club no podrá tramitar la licencia de Frank Castelló. H