El Alcorcón lució su mejor versión futbolística para el derbi (4-0) y sacó los colores al Rayo Vallecano, que pudo empatar antes del descanso y acabó viendo frustrada su fiesta por el ascenso directo con una tarde para olvidar.

Desde el minuto uno se vio que el partido era especial y muy importante para los dos equipos. No solo por ser un derbi, sino por lo que había en juego, la permanencia para el cuadro alfarero y el billete a Primera para el vallecano. El Alcorcón sorprendió a su rival con una intensidad que no se recordaba desde hacía tiempo.

Con 1-0 en el marcador, el partido pudo cambiar justo antes de irse al vestuario, cuando David Fernández cometió penalti sobre Comesaña. Raúl de Tomás, el goleador vallecano, lanzó un disparo potente a la derecha de Dani Jiménez y el portero sevillano lo adivinó y despejó el balón con una buena parada. Tras el paso por la caseta, con el Rayo volcado en busca de la igualada, Fran Beltrán tocó un balón con la mano en su área y el árbitro pitó penalti. Álvaro Peña falló el lanzamiento, que paró Alberto, y Toribio, al rechace, marcó el segundo. Ahí acabaron las esperanzas visitantes de consumar el ascenso.

Con este resultado, el Rayo tiene cinco puntos de ventaja para el ascenso directo sobre el Sporting a falta de dos jornadas, mientras que el Alcorcón toma aire y acaricia la permanencia.