Debe ser un punto de inflexión para el Almazora la victoria que logró ayer ante el Elche B. Un solitario tanto de Sopeña, en el minuto 83, dio los tres puntos y muchas esperanzas a los blanquinegros para lograr la salvación un año más en Tercera.

Fue un triunfo muy sufrido y agónico, ya que no fue hasta el tramo final del partido, cuando los discípulos de Juan Carlos Beltrán fueron capaces de marcar en una jugada bien trenzada de la delantera local, culminada por un preciso disparo de Sopeña.

Enfrente, un filial del Elche que plantó cara pero que no demostró nada del otro mundo y evidenció de alguna manera su posición. En el primer tiempo las dos escuadras estuvieron más pendientes de la defensa y de controlar las jugadas a balón parado, sin generar excesivo peligro de jugadas claras de gol. Unos y otros estuvieron muy romos en ataque, con mucho respeto por el contrario pero sin ideas de cara a puerta contraria. La defensa del Almazora estuvo bastante acertada, con un Navalón muy activo y con buenas ayudas defensivas del resto del equipo.

En el segundo tiempo el juego de ambos equipos, más del Almazora, fue un poco más ofensivo, pero sin llegar a generar demasiadas ocasiones de gol. El recién salido al terreno de juego, Seral, tuvo en un disparo, en el minuto 59, una buena ocasión y un minuto después, el visitante Leomar, un uno contra uno que supo resolver bien el meta Rubén.

Tras abrirse la lata con el gol de Sopeña en el minuto 83, los visitantes pudieron empatar en el tiempo de descuento. Vázquez fue el encargado de botar una falta que salvó de manera milagrosa para el Almazora el cancerbero Rubén, conservando la ventaja blanquinegra y los tres puntos que dejan a los hombres de Juan Carlos Beltrán y Rubén Medall (18º) empatados a puntos con Paiporta (16º) y Elche B (17º), equipos que marcan la salvación.