El Villarreal visita el próximo sábado Vigo (18.30 horas), en la considerada por muchos la gran final del Submarino, ante un Celta que también se juega la vida, en un duelo cuya victoria podría dejar al conjunto de Javi Calleja lejos de la zona baja y comprometer mucho más si cabe a los de Fran Escribá, precisamente técnicos que coincidieron en la entidad grogueta —el madrileño reemplazó al valenciano—.

Ante tan dramático partido por la permanencia, la afición viguesa ha provocado que Balaídos se haya quedado, a seis días vista, sin localidades disponibles.

FACILIDADES POR EL CLUB / La entidad viguesa decidió regalar una invitación a cada abonado y, a su vez, rebajar el precio de las localidades para el resto, lo cual propició que se produjesen colas en las taquillas del coliseo celtiña durante toda la semana y se colocase el cartel de no hay billetes.

ENTRADAS EXTRA / Tal está siendo la demanda que, como excepción, el Celta liberó 600 entradas de la grada de Río Alto en la zona reservada para aficionados del equipo visitante. Las últimas de ellas son la que en la mañana de hoy se ponen a la venta. Lo curioso es que todo ello no garantiza el lleno, porque dependerá la respuesta del abonado. Hasta la fecha, el duelo ante el Real Madrid vivió la mejor entrada de la temporada, con 21.184 espectadores, que podría superarse el sábado.

Una visita a Balaídos donde para el Villarreal es uno de los estadios más propicios para el equipo amarillo desde su regreso a Primera División en 2013.

Desde que el Submarino regresó a Primera, en la temporada 2012/13, los groguets han visitado en cinco ocasiones el campo celtiña, con un balance de tres victorias y dos empates consecutivos.

Al respecto, los de la Plana Baixa han empatado sin goles en la temporada 2013/14, ganaron por 1-3 en la siguiente y volvieron a igualar a cero en la 15/16, antes de imponerse por 0-1 en las dos últimas visitas a Vigo.