El Barcelona necesita un cambio urgente de tendencia y recuperar su mejor versión futbolística para encarar con más convicción de éxito los octavos de final de la Champions, ante el partido de ida en Londres frente al Chelsea (20.45 horas, Antena 3).

El Chelsea, vigente campeón de la Premier League, mide la fiabilidad del Barça con la moral recuperada después de sus dos últimas victorias y sabedor de que sólo un triunfo en la máxima competición continental salvaría una decepcionante temporada.

Con el bache de enero olvidado, los blues de Antonio Conte llegan al duelo de Champions tras encadenar dos victorias contundentes y reparadoras ante el West Brom (3-0) y Hull (4-0). Estos sonoros triunfos no hacen olvidar las derrotas recientes a manos de Watford (4-1), Bournemouth (0-3) y Arsenal (2-1), pero sí ayudan a los londinenses a recuperar la moral antes del tramo más importante de la temporada.

El Barça, a pesar de estar asentado en el liderato de Liga, con una cómoda ventaja respecto al segundo (el Atlético está a siete puntos), no pasa por su mejor momento como demuestran sus tres últimos partidos, con dos empates y un partido en Eibar en el que pese al triunfo por 0-2, el equipo local fue dominador del choque durante un buen tramo.

Los culés no podrán contar con Coutinho, que deberá ver en el graderío o por la televisión el recorrido que tenga su equipo en la Champions, competición en la que este curso ya ha jugado con el Liverpool, hecho que le impide volver a alinearse en otro equipo en la misma temporada. Nélson Semedo, por sanción, también se ha quedado en Barcelona.

Valverde sacará al equipo de gala, con la única duda de si Ousmane Dembélé estará en el once titular o el Barça sacará un centro del campo de cuatro jugadores. Se da por sentado que el peso del partido lo tendrá el equipo barcelonista, por lo que las bandas serán una opción más que recurrente para los azulgranas.

En el Chelsea, el defensa David Luiz sigue en el dique seco y se perderá el duelo, lo mismo que el centrocampista Timoué Bakayoko. La ausencia del volante galo, uno de los futbolistas más criticados por la afición este curso por su pobre rendimiento, podría hacer cambiar el esquema a Conte, que abandonaría el 3-5-2 que tanto ha empleado este curso y apostaría por el 3-4-3, con los españoles Marcos Alonso, Azpilicueta, Fábregas, Pedro y Morata con opciones de ser titulares.