Josep Maria Bartomeu, aprovechando la tradicional comida navideña con los medios de comunicación, lanzó ayer «un mensaje de normalidad» sobre el inminente clásico que se vivirá en el Camp Nou el próximo miércoles. Está convencido de que el encuentro contra el Real Madrid, con el liderato en juego, pendiente de lo que hagan ambos equipos este fin de semana (el de Valverde visita mañana Anoeta y el de Zidane pisa el domingo Mestalla), «será una fiesta». Capaz, según sostiene el presidente azulgrana, de superar todos los problemas políticos que ya acabaron forzando su suspensión, el 26 de octubre.

«El clásico se jugará», sentenció Bartomeu. «No se volverá a aplazar», apuntó con energía para apaciguar el clima polémico desde que Tsunami Democràtic anunciara movilizaciones alrededor antes del inicio del choque.

De ahí que las palabras del dirigente fueron tranquilizadoras para no tener que llegar a otra situación límite como ya sucedió hace menos de dos meses. Apeló Bartomeu a la «responsabilidad de todos» para evitar que el fuego sentimental que se vive en torno al clásico termine mal.

TODO ES «COMPATIBLE» // El presidente del Barça admitió el delicado entorno que rodea al partido, aunque, de inmediato, exigió que se pueda compaginar todo. «Sabemos que vivimos un momento social y político complejo, pero estoy convencido de que es compatible con que se juegue un partido de fútbol», añadió. «El que quiera, puede hacer obviamente sus manifestaciones de forma cívica y pacífica», subrayó.

No citó la pancarta con el lema de Spain sit and talk que exige Tsunami para que el clásico se celebre con normalidad. Bartomeu recalcó, eso sí, que el Camp Nou «ha sido y será un espacio de libre expresión». Por eso recordó que el club prepara el duelo como siempre animando «a los socios a venir a dar su apoyo al equipo en familia o con amigos», como lo hacen habitualmente.

Es la primera vez en los últimos días en que el presidente del Barça se posiciona públicamente sobre el clásico. Lo hizo, además, desde la convicción de que no habrá otro aplazamiento.