El entrenador del Bayer Leverkusen, Roger Schmidt, ha ido jugando al despiste en los días previos al desplazamiento a Vila-real, aireando un buen número de problemas físicos de algunos de sus hombres importantes, que se han ido recuperando milagrosamente a medida que se aproximaba el inicio de la eliminatoria.

Así, el conjunto alemán llegó ayer con solo cuatro bajas de las ocho que se perfilaban a inicios de la presente semana. Hilbert, Bender, Kampl y Aránguiz fueron, finalmente, los únicos jugadores que se quedaron en Leverkusen. Sí están con la expedición del Bayer el central internacional turco Toprak y el espigado delantero Kiessling, que han sido duda hasta última hora. También el defensa Papadopoulos ha logrado reponerse a tiempo para la importante cita de esta noche en el Madrigal. En las últimas horas también existían ciertas dudas sobre la disponibilidad del delantero mexicano Chicharito, despejadas ayer por Schmidt antes del entrenamiento que dirigió en el estadio amarillo. “Tanto con Chicharito como con Kiessling parece que las cosas pintan bien”, señaló el preparador alemán al respecto de la posible presencia de ambos puntas en el once inicial de esta noche. “En los restantes casos --como los de Toprak o Papadopoulos-- vamos a ver cómo se dan las próximas horas y mañana decidiremos lo que hacemos”, añadió Schmidt.

Como Marcelino, el entrenador del Leverkusen espera un encuentro de ida “intenso y fuerte” y que su equipo encara con la idea de irse de Vila-real “con algún gol a nuestro favor”. De todas formas, Roger Schmidt también tomará precauciones defensivas ante un Submarino al que considera “peligroso por su velocidad al contragolpe”. “Es un rival que sabe aprovechar cualquier mínimo error del contrario para hacerle daño”, recalcó Schmidt. H