Los filósofos griegos fueron los primeros en referirse a la psiquis humana como el orden mental basado en el funcionamiento del intelecto, la emoción y la voluntad, los tres aspectos clave de la mente. Todavía hoy en nuestro tiempo existe la creencia de identificar al psicólogo como un cura locos. El sexo dejó de ser un tema tabú en España, como muchos otros, pero aún existe una maraña oscura entorno a la psicología. Javi Calleja ha analizado que uno de los grandes problemas de un Villarreal diseñado para competir por Europa en la zona alta, y que ahora se mueve en la zona pantanosa, es una mezcla de ansiedad, miedo a fallar y síndrome de una autoestima dañada a golpe de adversidades. En resumen, un mal de cabeza que afecta a sus piernas. Y ha decidido que el mejor diván es aplicar la tranquilidad y alejarse del nerviosismo que flota de ventanas para fuera de la Ciudad Deportiva. Y cuando se cuenta con el apoyo incondicional del presidente, y la unión de un vestuario que cierra filas con su técnico, todo es cuestión de paz y tranquilidad. Los griegos ligaban las emociones y la psiquis al buen estado general del ser humano, y Calleja aplica la receta. No eludió respuestas y se mostró tan crítico, como analítico y optimista. Cree a ciegas en la reacción. Amén.

-Seguro que en julio no esperaría una situación como la actual.

-En un principio no, al inicio la sensaciones eran todas positivas y con objetivos claros. Nos hubiera gustado empezar con mejores resultados. La derrota contra la Real Sociedad no fue justa, con errores que nos costaron caros. Luego fuimos a Sevilla con un gran partido y después del partido contra el Girona el equipo comenzó a ser más irregular.

-Se está hablando mucho del factor psicológico. ¿Cómo está trabajando el club ese tema?

-Sí que ha afectado, porque ha habido momentos en los que comenzamos bien los partidos y tenemos el control y no conseguimos adelantarnos, o si lo hacemos, enseguida nos igualan. Eso va minando la confianza y consiguiendo que pienses más en el fallo y en las consecuencias de no ganar que en el juego, que es lo importante. Y genera dudas y eso se transmite en fases del juego.

-¿Cómo se arregla eso?

-Hablando mucho y que el jugador se exprese y cuente cómo ve una situación en la que pesa más lo negativo que lo positivo. Si analizas la temporada hicimos partidos buenos en los que no hubo la recompensa del resultado.

-Estamos viendo un Villarreal con dos caras diferentes, con fases excelentes y otras caóticas.

-No haber conseguido rematar los partidos y sumar los puntos necesarios hace que en una situación que no esperas o tienes un revés, la acusas más. Si hubiésemos aprovechado las ocasiones que hemos tenido nos hubiera aumentado la autoestima. De otra manera piensas más en el fallo que enfrentarte con los cincos sentidos a cualquier situación.

-Los errores en las dos áreas han quitado muchos puntos

-En las dos áreas no hemos sido contundentes y ahí es donde se marca la diferencia. Puedes tener iniciativa, posesión y control del juego, pero debes hacerlo efectivo de cara al gol y evitar que te hagan daño. Cuando lo logramos en un área nos ha penalizado la otra. Esta es una de las lecturas de esta primera fase de la temporada. Nos ha faltado oficio.

-El técnico ha buscado la fiabilidad defensiva, evolucionado tácticamente con varios sistemas.

-Al final somos el séptimo equipo menos goleado. Hemos buscado un equilibrio e intentamos transmitir seguridad desde atrás. Ahora hay que pasar página. El equipo trabaja bien y hay buena plantilla. Tenemos argumentos para creer; queda mucho. Hay tiempo para sacar esto adelante.

-El Villarreal, eso sí, siempre ha mantenido una idea de juego alegre, pero le faltan los resultados. Los lapsus que han matado.

-Es el oficio que tenemos que coger, pero hasta de los errores se aprende. El Villarreal juega a ser un equipo ofensivo, a buscar el gol, a estar en campo contrario y a partir de ahí marcamos un poco nuestro sistema defensivo. Siempre digo que si empiezas por delante, el rival cambia y se condiciona porque debe abrirse y comete más errores. Y cuando no llega el gol y las victorias juegas con más corazón que cabeza y llegan las precipitaciones. A pesar de que los resultados no acompañan, y estemos en un puesto no deseado, veo que el Villarreal crece. Es difícil decirlo ahora, pero soy optimista cara al futuro.

-¿Lo ha pasado muy mal?

—Sí, ha habido momentos duros y complicados porque se junta todo. Se junta la pasión con la que lo vivo, luego por el club que quieres, porque soy el entrenador del club que siempre he soñado y ves que los resultados no llegan y esto te hace daño. Cuando esto pasa, lo interiorizas todo y sufres, pero por suerte mi familia me ayuda mucho y tengo un grupo de profesionales junto a mí, cuerpo técnico y la directiva, que me ha ayudado mucho. He sentido el apoyo de todos.

-Es curioso que sea un entrenado cuestionado desde fuera, pero desde dentro nunca ha sido así.

-Entiendo que cuando no acompañan los resultados el foco se pone siempre en el entrenador. Es lo que pasa en el fútbol y lo acepto. Pero después, en el día a día, la directiva y los profesionales son los que analizan pros y contras. Siempre me he sentido apoyado y respaldado, por el presidente, por el consejero delegado, Llaneza o por Pablo Ortells y eso me da mucha fuerza para sacar esto adelante.

-¿Con menos nervios sería más fácil salir de esta situación?

-Todos somos humanos y cometemos errores. El primero que no aceptaría una falta de actitud sería yo, pero es que este grupo es todo lo contrario. Como en todo se pasa por momentos malos y buenos. Cuando más juntos estamos lo que formamos el Villarreal, será mejor para todos. Creo que el jugador y un equipo saca más de sí cuando siente la valoración y el aprecio de la gente. Es la mejor manera de salir.

-¿Cuál es la receta para cambiar a la dinámica positiva?

-Efectividad. Ser más regulares y constantes. Tener consistencia en el juego. Y quitarnos esa presión y nervios que nos atenaza.

-¿Qué hace el club para mejorar el aspecto psicológico?

-Tenemos psicólogos que están abiertos a cualquier jugador.

-Parece un tema tabú...

-Todo lo contrario; es una ayuda. Desde hace años que el Villarreal trabaja este tema. Contamos con profesionales excelentes y para mí el psicólogo no es un tema tabú. Lo que se intenta es sacar lo mejor de cada jugador.

-¿Se buscan refuerzos?

-El club siempre busca en el mercado y si sale la opción de reforzarnos, en enero lo haremos, eso no cabe la menor duda porque el Villarreal está abierto a mejorar.

-¿Y ese fichaje de última hora llamado Samu Chukwueze?

-Creo que es una de las grandes alegrías de este inicio de temporada. Se ha adaptado rápido a la élite, pero como con todos los jóvenes hay que tener paciencia. Solo acaba de empezar y espero que nos dé muchas alegrías. Tiene un gran potencial.

-Siempre estás mirando abajo.

-Sí, siempre estoy observando en la cantera, creo en ella y sé cómo se trabaja en el club y la apuesta es esa. Los jugadores se lo ganan por méritos propios y por bajo hay gente que viene muy fuerte.

-¿Por qué cuando hay una jugador a balón parado, sale Quique Álvarez al campo y el míster se mete en el banquillo?

-Quique trabaja de forma específica las acciones a balón parado. Es un tipo increíble y está atento a todo tipo de detalles. El juego a balón parado lo trabajamos muy bien y tenemos grandes lanzadores y rematadores. En el área técnica solo puede haber uno, así que en la estrategia sale él.

-Existe la creencia de que usted es un técnico blando. Sin embargo toma decisiones sin dudar.

-Uno demuestra su carácter a la hora de tomar decisiones. Siempre he pensado en sacar el bien común y nunca me ha temblado el pulso para buscar el mejor once, se llame como se llame el jugador y la edad que tenga. A mí lo que me convence es el rendimiento y el día a día. Después, en cada partido hay circunstancias que tienes que valorar. Pero nunca dudaré para cambiar de jugadores, hablar con ellos de forma clara o contundente o variar un sistema. Para mí la comunicación es fundamental. Intento en convencer y no me gusta insultar o hacer aspavientos o con gritos.

-¿Qué le parece esta Liga tan igualada?

-Nunca ha habido tanta igualdad. No se puede dar por favorito a ningún equipo. El que se despista se queda sin el pastel. Esto dice mucho de los clubs con presupuestos menores por el trabajo que hacen y lo difícil que es superarles. La gran lección es que nadie es más que nadie. Las cosas se demuestran en el campo por mucho que tenga más nombre, presupuesto o mejores jugadores.

-¿Qué opina del VAR?

-Hace más justo el fútbol y tiene cosas muy positivas, pero tiene cuestiones que no había valorado y es como te afectan a nivel psicológico. Cuando marcas un gol y al rato te paran y ven que están meditando... ese nivel emocional te lo enfrían y te afecta. Hay que adaptarse a esta situación.

-¿Endavant no?

-Endavant siempre Villarreal. Lo digo desde el primer día, el equipo va a hacer un gran año. El VIllarreal estará al final donde le corresponde. No me ciega la pasión y lo haga desde el convencimiento y tenemos equipo y lo vamos a sacar adelante seguro.