El técnico del Submarino mostró un rostro radiante al término del choque al ver que por fin se hacía justicia en el resultado. El Villarreal, que había practicado un fútbol más combinativo y fluido en las últimas jornadas, encadenaba seis partidos sin ganar por la falta de acierto cara a gol.

Pero anoche la suerte cambió con la asistencia de Trigueros a Ekambi. Un gol que sentó como agua de mayo al trabajo del entrenador madrileño. «Después de tanto tiempo sin ganar --no lo hacían desde el 25 de octubre--, esta victoria sienta muy bien, y más en lo anímico, debe servirnos para rendir y competir contra todos los equipos», explicó Javi Calleja.

Y es que para el míster del Villarreal «nunca es fácil ganar» y menos en un estadio como el Pizjuán. «Ojalá se pudiera ganar sin sufrir, pero eso está al alcance de muy pocos. Hemos hecho un trabajo serio y hemos sabido sufrir cuando ha tocado para hacer un buen encuentro», destacó el entrenador del conjunto groguet.

Con respecto a la mala dinámica que atravesaba el equipo antes de medirse a los de Lopetegui, Calleja señaló que «la mejor vitamina es ganar ante uno de los mejores equipos de la Liga, que domina muchos registros», por lo que sabían que si se relajaban, podían «pasarlo mal», pero valoró que su equipo «ha mantenido la tensión y la concentración para llevarse una victoria importantísima».

RECOMPENSA AL TRABAJO / Respecto al fútbol que practicó el Submarino anoche, Calleja detalló que lo que más le satisface es que todo lo que están trabajando se está viendo reflejado en el campo. «Estamos mentalizados en defender todos, en mantener las líneas juntas y no conceder espacios, y en que tenemos que ser solidarios; y el equipo lo ha demostrado contra uno de los rivales más exigentes», aseveró.

En cuanto a las armas del Sevilla, también destacó que estuvieron «muy atentos para defender bien y tapar los centros por la calidad de futbolistas como Navas y Reguilón», una faceta sevillista que dijo que habían «preparado», lo habían «trabajado» y sus jugadores «lo han ejecutado muy bien», manifestó Calleja.

En cuanto a la mentalidad con la que llegaba el equipo al envite, el preparador del Villarreal consideró que merecían «una victoria hace ya tiempo», ya que estaban «trabajando bien» y han «competido bien en casi todos partidos, con la suficiente calidad y el juego necesario para haber logrado algún punto más».

En torno al ambiente del vestuario, resaltó que no se «han venido abajo», sino que han «seguido creyendo» y han ido «de menos a más en los tres últimos partidos hasta que ha venido esta victoria, que es el reflejo de que este equipo es capaz de ganar a cualquiera, pero también sabiendo que cuando no se da el cien por cien», no se logran resultados.

Por último, Calleja valoró la situación clasificatoria en la que se encuentra el Submarino --con la victoria del Pizjuán, el Villarreal está a seis puntos de los puestos europeos--. «No me centro en ver la clasificación, sino en ver el día a día del vestuario y, sabiendo que el equipo está unido y trabajando así, iremos hacia arriba», concluyó un Calleja que por fin ha dado con la tecla de un Villarreal que tiene mimbres suficientes para lograr los objetivos.