Si Calleja fuera un hombre supersticioso, ayer hubiera tenido un motivo más para creer en los fetiches. Adolfo Muñoz se ha convertido en la persona del Villarreal con quien más conversaciones tiene en los últimos días. Y el fútbol no es precisamente el motivo de las charlas entre ambos.

Sí, el jefe de los servicios médicos del club amarillo ha cobrado un protagonismo especial en las últimas semanas. Con la noticia de la lesión de Nico Sansone, que le tendrá de baja durante un mes, el técnico del Villarreal se quedó solo con 13 jugadores del primer equipo para subirse al AVE con destino a Madrid, donde a mediodía de hoy se enfrentarán al Leganés. Sí, 13, un número que decora todo tipo de maleficios, supersticiones y la mala suerte de quien cree en que se puede conducir el destino para bien, y para mal.

Y entre ellos Bonera y Álvaro recién salidos de la enfermería y llevados entre algodones para poder estar en condiciones de jugar en Butarque. Lo curioso del tema es que la convocatoria la completan Ramiro Guerra, Pau, Chuca, Mario y Raba, y este último también lo hacen con molestias.

OPTIMISMO POR BANDERA // La procesión seguramente va por dentro, en forma de preocupación, pero el mensaje del entrenador madrileño es siempre positivo y optimista. Precisamente esa forma de ver la botella medio llena es la que se ha contagiado al grupo y ha transformado al Villarreal en un bloque pujante y ambicioso en la actualidad. La confección de once inicial deja pocas variaciones, aunque se podría especular con que algún hombre de la primera plantilla que ha acumulado muchos minutos pudiera descansar en Leganés.

Barbosa retomará su sitio en la portería, tras la vuelta de Sergio Asenjo, que tendrá una nueva oportunidad de coger la forma en la Europa League el jueves ante el Maccabi. El portero argentino pasa por un buen momento de forma y, de momento, continuará siendo titular.

La defensa estará integrada por Mario y Adrián en los laterales, junto con Álvaro y Bonera en el eje central. Lo normal es que la parcela ancha la formen Rodri, Manu Trigueros, Fornals y Soriano, aunque no sería descartable que alguno de los cuatro descansará y dejara su lugar a Chuca o Raba. En ataque, la dupla más efectiva de Primera División seguirá inquietando a los rivales al ritmo del Baka-Bacca.

Al Villarreal se le presenta un partido más que complicado, ante un rival serio y que también flirtea con el balón. El Submarino presentará un once inicial competitivo y con jugadores de un gran calidad. Además, en el banquillo guardarán su momento los chicos del filial que tanto ha colaborado a sacar adelante al equipo en momentos clave de la temporada. El Villarreal continúa vivo en las tres competiciones que disputa y ha cumplido con creces todos sus objetivos. Incluso, con más solvencia que la pasada temporada a pesar de los numerosos problemas a los que se está enfrentando Javi Calleja.

UN FILIAL EN EL QUE CONFIAR // La suerte, como siempre se encarga de recordar el entrenador, es que dispone de dos plantillas a su disposición. Pau, Ramiro, Chuca y Raba han respondido con creces hasta la fecha. Ahora, Mario será el tercer delantero y podría disponer de minutos para dar descanso a Bakambu y Bacca durante el partido. El Villarreal solo dispondrá de dos delanteros del primer plantel hasta final de año, porque Cheryshev y Sansone no regresarán hasta el mes de enero.

Por suerte, Calleja sigue viendo la botella medio llena, a la espera de que la enfermería se vacíe de inquilinos. El doctor Adolfo Muñoz trabaja para ello. El Villarreal, mientras tanto, seguirá a lo suyo y fiel a esa idea que tan buenos resultados le está dando. La ambición tiene premios. Hoy otro difícil examen en Leganés.