Los rumores estaban arreciando en las últimas horas y Joaquín Caparrós lo confirmó en la rueda de prensa posterior al partido en el Nuevo Zorrilla. El entrenador del Sevilla sufre una leucemia crónica, una enfermedad que, puntualizó, no le impedirá continuar en el banquillo. «Voy a dar mucha guerra», aseguró el técnico de 63 años, acompañado por el presidente del Sevilla, Pepe Castro, y el director deportivo, Monchi. «Sabéis que me hierve la sangre roja, pero ha habido un pique entre la sangre roja y la blanca. La blanca ha querido equilibrar la roja y me han dicho que tengo una leucemia crónica», explicó el utrerano, en una definición muy gráfica de la enfermedad (la médula ósea produce demasiados glóbulos blancos).

«No me impide para seguir entrenando, estoy haciendo vida normal. Quiero disfrutar de mi profesión. No tengo ningún tiempo de tratamiento, para que se quede todo el mundo tranquilo, y le doy las gracias al presidente y al director deportivo por esta oportunidad de estar otra vez como entrenador. Con los cinco sentidos y más enchufado que nunca», añadió tras ver ganar al Sevilla en Pucela (0-2) en su cuarto partido en el banquillo tras destituir a Pablo Machín, lo que mantiene a los sevillistas a un punto de la última plaza de Champions, que sigue en poder del Getafe. «No voy a volver a hablar del tema, pero quiero que todo el mundo se quede tranquilo después de haber escuchado algunos comentarios», terminó Caparrós, que escogió una jornada especial para desvelar su enfermedad, pues en Zorrilla pasó a ser el técnico del Sevilla con más triunfos en Primera División (65), uno más que Helenio Herrera (64), Unai Emery (63) y Manolo Cardo (61).

Los médicos detectaron al míster la leucemia hace algo más de un mes, pero el técnico ha llevado una vida absolutamente normal desde entonces. Pese a los rumores que surjan hasta final de temporada, la directiva del club andaluz no descarta mantener en el banquillo al utrerano la próxima campaña si clasifica al equipo para jugar la Champions.

Mensaje del Villarreal

Una vez hizo pública la enfermedad, los mensajes de ánimo se multiplicaron para el míster. «Mucha fuerza, Joaquín. Desde el Villarreal te mandamos todo nuestro apoyo y un fuerte abrazo», escribió el club en sus perfiles de redes sociales respaldando a un entrenador que se sentó siete partidos en el banquillo groguet (temporada 1999-2000). «Ánimo Joaquín Caparros. No vas a estar solo en la batalla que comienzas. Tienes el aliento y la fuerza de toda tu familia rojiblanca. Eres un león y saldrás victorioso. Aupa Jokin! Goazen (Vamos)!», animó el Athletic a su extécnico (estuvo entre los años 2007 y 2011).