Hace solo una semana, en estas mismas líneas, me centré en el voleibol. No me gusta opinar del mismo deporte apenas siete días después, pero la ocasión lo merece porque la decepción por el descenso de Superliga de L’Illa-Grau se ha transformado en alegría al haber sellado la permanencia el CV Mediterráneo.

El equipo que dirige Santi López, también hace las veces de jugador y es el presidente del club, cumplió con su misión en el primer intento. Tenía dos, ya que si perdía podía certificar la salvación en casa en la última jornada, pero no han querido tomar riesgos y el sábado brillaron, con remontada incluida, en Madrid, donde firmaron la tercera victoria seguida.

Una racha que ha sido la que les ha permitido salir de la posición de descenso que ocupaban y mantener a Castellón en la élite, ya que por momentos parecía que la provincia iba a perder de una tacada a sus dos representantes.

Mucho mérito tiene el éxito conseguido por el CV Mediterráneo, puesto que debutaba en la categoría. Además, se fundó hace menos de una década y ha ido ascendiendo con el paso de los años hasta alcanzar la Superliga, en la que repetirá actuación la próxima campaña.

Un gran trabajo tanto dentro como fuera de la pista, ya que no es nada sencillo mantener la categoría con el presupuesto que tenía el club. Pero la plantilla ha brillado con creces y ahora incluso tiene la oportunidad de finalizar la competición en el séptimo lugar, lo que sería la guinda a su estreno en Superliga. H