El bache ya es un tremendo socavón. El Castellón pierde su silla en los play-off (2-1), producto de su tercera derrota seguida, una racha que, sin solución de continuidad, ha enganchado con aquella de las 22 jornadas sin perder. La fiabilidad del equipo se ha resentido a la vez que se acumulan los meses sin pagar y los problemas.

Los albinegros se agarran al tren de la promoción, pero cada vez con menos argumentos. Pierde partidos, pierde jugadores, pierde estabilidad... La inercia es tal, que los aspirantes, lejos de reducirse con el paso de las jornadas, aumenta, por la pujanza de los que vienen por detrás. La competición, para bien o para mal, no da un respiro y el miércoles toca levantarse, ante un adversario ya convertido en rival directo como el Torre Levante.

Calleja recompuso la defensa y escogió a Marenyà como sorprendente lateral derecho. Además, David Guinot (y no Álvaro) fue el relevo de Enrique y hasta cambió de López en el lateral izquierdo (Jesús por Álex). Arriba, Fonte pasó de titular al once, redibujando el equipo con un 4-4-1-1, con Lolo Ivars por detrás de Esaú.

De entrada, el Castellón volvió a toparse con otro enemigo, un viento racheado fronto-lateral que, en el primer tiempo, le perjudicó más que benefició. Curiosamente, cuando debía jugar a su favor, al regreso del vestuario, no le sirvió ni para aguantar el 0-1.

El primer acto fue tremendamente equilibrado, con poco fútbol y menos ocasiones todavía. Zagalá tuvo que aparecer dos veces ante David Verdú y Pablo Carrascosa, en tanto que la mínima réplica albinegra correspondió a David Guinot, en un acción de estrategia. El 0-0, al término de los primeros 45 minutos, reflejó a la perfección lo que había acontecido en el Vicente Morera.

TODO EN LA SEGUNDA PARTE // Poco o nada varió al regreso del vestuario. Sin embargo, un acción entre Esaú, Lolo Ivars y Chema acabó con centro raso de éste al corazón del área, donde el delantero alcarreño remataba al fondo de las mallas, en medio de las protestas locales, que reclamaban posición antirreglamentaria del ex del Azuqueca (min. 52).

El 0-1 dio paso a los mejores minutos del Castellón. Pero, incomprensiblemente, se vino abajo. Zagalá despejaba un primer trallazo de David Verdú y el esquinado y aparentemente inofensivo remate posterior de Pablo Carrascosa acabó con el balón y el portero albinegro dentro de la propia portería (min. 71).

El empate y su extraña forma de llegar descentró a un Castellón sin el músculo y el espíritu que, durante más de cinco meses, mantuvo a cero el número de derrotas. El exalbinegro Carrascosa, una de tantas y tantas víctimas de esta tormentosa etapa en Tercera, tiró de veteranía para cobrarle una falta a David Guinot, en la esquina del área, que otro tocayo suyo, Verdú, coló en las mallas, salvando la barrera y con Zagalá acompañando el impecable tiro con la mirada.

BANQUILLO BALDÍO // Calleja no encontró soluciones en un banquillo de circunstancias. Sucesivamente, Álex López, Alexis Meva y Joao fueron integrándose en el encuentro, aunque sin aportar soluciones. El Castellón no tuvo cabeza ni corazón para evitar la tercera derrota consecutiva, que le deja en una situación alarmante. Una tibia reacción que quedó prácticamente limitada a un remate postrero de 9 de Esaú al que le sobró potencia.