La vida tiene cosas como estas. Ahora me ha tocado a mí vivir la parte más triste. Sé que en el mundo del fútbol esto pasa a diario, pero tras tantos años defendiendo los intereses de este club, no me esperaba una despedida así". Tajante y, sobre todo, sincero se mostraba ayer Emilio Isierte cuando atendía la llamada de Mediterráneo para confirmar una situación que se ha llevado con mucho sigilo y que afecta a una de las personas con las que más se sentía identificada la masa social del club albinegro.

El Castellón ha decidido prescindir de los servicios del exguardameta natural de Sant Carles de la Ràpita pero castellonense de adopción. No en vano, su familia es de la capital de la Plana y él fichó por el conjunto orellut cuando tenía 16 años de edad.

Emilio estaba notablemente afectado y, principalmente, "resignado, porque es una decisión que no me esperaba tras tantos años defendiendo los intereses del Castellón". "La verdad es que estoy triste y decepcionado. Estoy dolido porque nunca me habría pasado por la cabeza nada similar", explicó el extécnico, que acumulaba las últimas nueve temporadas, "tras retirarme en mis dos últimos años de profesional en el Castellón en Segunda División B", como integrante del cuerpo técnico, compaginando las tareas de segundo entrenador con las de preparador de porteros.

TRAYECTORIA INTACHABLE Nació en Sant Carles de la Ràpita porque su padre jugaba a fútbol allí en aquella época, pero a los 16 años fichó por el juvenil albinegro. Tras subir al primer equipo estuvo 10 temporadas al frente de la portería castellonense, siendo fichado por el Sporting de Gijón --dos campañas--, Espanyol (1) y cuatro años más en el Lleida, hasta que colgó los guantes en sus dos últimos ejercicios con el Castellón en Segunda División B, para pasar luego a formar parte del staff técnico albinegro.

Pese al duro golpe sufrido --"tan solo me dijeron que buscaban un cambio, algo nuevo y que prescindían de mí"--, Emilio Isierte se marcha con la cabeza alta y sabiendo que "el Castellón ha sido, es y será siempre mi casa y espero, tarde o temprano, regresar algún día". De momento, David Amaral no tiene segundo.