En el teatro detrás del escenario se esconde el trabajo de operarios, esceneógrafos, modistas, maquilladores, iluminadores... un buen numéro de gente cuya labor es imprescindible para que el talento de los actores entretenga a los asistentes a la función. ¿Qué hay en las tramoyas de un partido de fútbol de Primera División en el estadio de la Cerámica? 90 minutos de fútbol son mucho más que 22 jugadores, una pelota, un árbitro y dos porterías. Alrededor del espectáculo de un encuentro del Villarreal CF existe un montaje complejo y una estructura que vincula a más de 525 personas, pendientes de cualquier detalle mínimo que ni los propios espectadores podrían apreciar porque todo se da por supuesto a pesar del gran esfuerzo organizativo que requiere. Detrás de cualquier aspecto que garantiza la comodidad, y hasta la seguridad, de los asistentes a un encuentro del Submarino hay alguien con cara y ojos que vela porque todo funcione adecuadamente en la llegada al campo, en los prolegómenos, en el transcurso y a la finalización del partido.

Abrir las puertas de la Cerámica en cada partido oficial le cuesta al Villarreal entre 50 y 60.000 euros, según la trascendencia del choque y la previsión de público.

Siete jardineros

Para que el césped esté en las mejores condiciones, no en vano el terreno de juego del Villarreal es de los mejores de LaLiga, un equipo de siete jardineros trabajan no solo durante la semana, sino antes, durante y después del partido para que luzca siempre en perfectas condiciones, muchas veces con el propio presidente inspeccionando los trabajos, puesto que una de las obsesiones de Fernando Roig es que la Cerámica sea una alfombra.

Camareros y azafatas

En el descanso de los partidos, el aficionado puede tomarse su refresco, un bocadillo o un café gracias a que en las barras de los bares, más de 50 empleados se esfuerzan desde llenar las neveras, hasta prepararlo todo para que esté listo durante el cuarto de hora del descanso reglamentario, y el aficionado pueda tomarse su refrigerio correspondiente ya sea en los bares o en los palcos del estadio.

El servicio de protocolo del club es otro de los apartados que cuenta con una buena dotación de personal. Alrededor de entre 24 y 30 azafatas se ocupan de acomodar a los espectadores en las zona nobles, además de atender a las personalidades en el palco, bajo la dirección de la jefa de protocolo.

Seguridad

El estadio de la Cerámica puede presumir de ser uno de los campos mas seguros para el espectador de Primera División. Una gran parte de culpa la tiene la inversión que efectúa el club para contar con entre 80 y 115 miembros de seguridad privada, además de la buena coordinación existente entre un magnífico profesional como Manuel Casarrubio, jefe de seguridad, y la policía municipal y nacional. La contribución y buenhacer de todos han logrado la excelente fama que tiene el estadio de la Cerámica, no solo en España sino también en Europa.

Televisión

Al margen de los que asisten al campo en cada partido, el importante peso que tiene la televisión supone la presencia de entre 45 y 70 profesionales encargados de que las imágenes y todo lo relacionado con la transmisión del encuentro llegue correctamente a las plataformas a las que LaLiga tiene vendidos sus derechos. Y continuando con lo que es la comunicación, alrededor de 90 periodistas, que pueden alcanzar los 130, trabajan en la zona de prensa.

La Cerámica se ha convertido en mucho más que fútbol. Alrededor de un partido del Villarreal se teje un buen espectáculo paralelo, además de ocio para los asistentes que comienza en la Fan Zone, se extiende al merchandising en la tienda oficial y también en las áreas lúdicas para los niños que acuden con sus padres al estadio, sin contar el show de luces y sonidos en los encuentros nocturnos, uno de los más atractivos de LaLiga, que adereza la bella estética exterior de la fachada de la Cerámica. Personal sanitario, bomberos, electricistas, informáticos, operarios, Protección Civil, responsables de los videomarcadores y megafonía... y así hasta 525 personas que trabajan cada vez que el Villarreal CF juega un partido en su estadio. Algo más que fútbol.