3comparecieron los dos equipos con la clara idea de imponer su estilo; el Celta, con su reconocible e innegociable idea de apropiarse del cuero y sentirse dominador; el Villarreal, esperando bien armado en su habitual posicionamien-to intermedio para luego esgrimir su contragolpe.

3el desarrollo, en general parejo, iba provocando sensaciones distintas ya que los gallegos no ratificaban su mayor posesión al no estar precisos en el epílogo de la jugada. Asentados y con oficio a la hora de saber que terreno pisar y que hacer en cada momento, los amarillos se estiraban con soltura.

3la pelota rondaba ambas áreas con asiduidad pero fue Bakam-bu, que anda mal relacionado con el gol, el que tuvo la mejor op-ción. Del posible 0-1 se pasó a una época en la que los locales mejoraron la calidad de sus secuencias de pases, encontrando los pasillos donde sacar ventajas.

3areOLa se encontró con que se le amontonaba el trabajo y su área su poblaba de camisetas celestes. En sus ataques en estático el Submarino veía el panorama lleno de complejidades y perdía la pelota con suma facilidad; el Celta inclinaba el campo hacía el área amarilla y lo hacía involucrando en sus ataques a todo sus hombres. Areola sufría.

3en el tramo final, el equipo amarillo restableció el equilibrio, gestionó mejor el balón y otra vez Cédric Bakambu fue un m ar de dudas en una oportunidad inmejorable. A la vuelta del entretiempo, uno y otro equipo se entregaron a un vistoso intercambio de golpes, predispuestos a no conceder al adversario ni un momento de respiro.

3LOS ATAQUES amarillos siempre encontraban jugadores celestes enfrentados a situaciones de uno contra uno y sabiendo ir al quite.

3EL CELTA muerde en todas las zonas del campo mientras está fresco de piernas, atosiga, asfixia, y no deja pensar. El Villarreal no encontraba salida con sus volantes interiores.

3con el correr de los minutos, bajaron las prestaciones ofensivas de los dos contendientes, con las ideas nubladas.

3como el empate no era un mal negocio, el Submarino hizo valer su gran solvencia para sumar un buen punto. H