Viento en popa a toda vela. Esta es la línea que está protagonizando esta temporada el Villarreal femenino. Un equipo que está causando sensación en la presente campaña. El conjunto de Sara Monforte ya avisó el año pasado, en el curso de su debut, de lo que podía ser capaz y ahora está dando buena muestra de ello. El Submarino es, a día de hoy, el mejor equipo de Reto Iberdrola, la segunda categoría del fútbol femenino nacional.

El cuadro groguet confirmó el campeonato de liga la pasada semana con un contundente triunfo en el campo del Aldaia (1-5), en un duelo en el que las amarillas se vieron por detrás en el marcador en un principio, pero finalmente lo que podía ser un partido complicado terminó siendo un día más en la oficina. Un triunfo más para cantar el alirón de su subgrupo en un curso memorable.

No obstante, no hay nada hecho, pues ahora el equipo de la Plana Baixa deberá buscar el ascenso a Primera División imponiéndose al nuevo grupo formado por los cuatro primeros equipos de su liga, a los que se unirán los cuatro homólogos del otro subgrupo. Los puntos sumados se acumulan, motivo por el que las amarillas parten con ventaja, pues llevan 37, 13 más respecto a su más inmediato perseguidor, el Real Unión y el Albacete.

NÚMEROS ESPECTACULARES

Y es que el equipo dirigido por Sara Monforte solo ha concedido cinco puntos, los perdidos en el campo del mencionado Real Unión y el pasado domingo frente al Albacete. Los números tampoco engañan. Las jugadoras vila-realenses son las máximas goleadoras y las que menos goles encajan.

Además, la superioridad grogueta tiene múltiples ejemplos. El Villarreal ha ganado por tres o más tantos de diferencia en hasta seis ocasiones. La goleada más amplia fue, precisamente, en el compromiso que le dio la liga, en Aldaia, en el que venció por 1-5. Las valencianas también claudicaron en Vila-real por un claro 3-0, mismo guarismo por el que cedió el Joventut Almassora tanto en Miralcamp como en Boqueres.

También saben cómo se las gastan las amarillas Alhama o Valencia B. Pero no todo ha sido fácil. Y es que las de Monforte han tenido que superar momentos en los que han tenido que sacar a relucir su capacidad de reacción. Uno de ellos se produjo en Albacete, donde el Submarino comenzó perdiendo en un campo muy complicado, pero finalmente lograron una heroica remontada.

Así, con la moral por las nubes, con un sacrificio fuera de toda duda, demostrando una seguridad defensiva que aporta fiabilidad, un centro del campo que impone su ley y un ataque demoledor, este equipo quiere ser grande.