Dicen que el fútbol es un deporte de hombres. Una coletilla que muchas mujeres están dispuestas a romper y a demostrar que en el fútbol, como en la vida, lo importante es la aptitud y actitud. Nuria Sánchez, más conocida como Mulán, nombre de guerra que le ha acompañado durante su carrera futbolística, es una de ellas.

Tras toda una vida dedicada al fútbol, desde el Tonín, Castellón, Villarreal o Valencia, entre otros, Nuria se decidió por entrar en otra dimensión del balompié, la de readaptación de lesiones, función que realiza en el Valencia Mestalla de Segunda División B y en la que ya se inició en el Leeds o en el Villarreal años atrás.

Su principal cometido es recuperar a los futbolistas que vienen de lesión para que se pongan a tono con el objetivo de que puedan regresar a entrenar con el grupo cuanto antes. Esta faceta se realiza en coordinación con el departamento médico, los fisioterapeutas y preparadores físicos.

El trabajo de Nuria Sánchez es de vital importancia para el equipo y, en especial, para el jugador en concreto, ya no a nivel físico sino psicológico. «Un futbolista pasa de estar jugándolo todo a verse apartado del equipo por una lesión. En este contexto pasas mucho tiempo con futbolistas que están fuera de la dinámica del grupo y debes llevártelos a tu terreno y ganarte su confianza», explica.

La figura de readaptador físco ha estado ligada a hombres. «Puede chocar que una mujer desempeñe esta función, pero yo he sido futbolista y he pasado por la misma situación que ellos», indica.

Rompiendo barreras

En la actualidad no hay ninguna readaptadora en equipos masculinos de ningún club profesional, algo en lo que Nuria está «rompiendo barreras». «Lo normal es que una jugadora, cuando termine su etapa, ocupe un cargo dentro del fútbol femenino, pero si realmente quieres vivir de esto, por desgracia, tienes que pasarte al masculino», destaca.

Como readaptadora, Nuria forma parte del área de preparación física, liderada por Miguel Alonso, al que cataloga como «un gran profesional y un currante que vive el fútbol», además de los compañeros Carles y Pablo, junto con Ángel García en el primer equipo.

Tras su paso como futbolista, Nuria ha vuelto a la que considera su casa, la Academia del Valencia, en el top 5 de las mejores de Europa. «Es algo que me enorgullece, formar parte de este proyecto donde Marco Otero y Luis Martínez están a la cabeza», comenta. «La labor formativa va más allá del fútbol. Primero hay que formar personas y lo de ser futbolistas llegará con esfuerzo», concluye.