Una contrarreloj de ocho kilómetros inaugura hoy La Vuelta 2018, con el ondense Óscar Cabedo (Burgos BH). Lo hace con una corta etapa que debe servir para conocer los encantos de la ciudad de Málaga, entre el Centro Pompidou y la famosa calle Larios.

La jornada no debería dar sorpresas entre los principales favoritos, ni tampoco suponer ninguna dificultad añadida el hecho de que se corra a una hora inhabitual. Vincenzo Nibali, el último en salir, partirá a las 20.21 horas.

Los favoritos para la victoria en esta primera etapa son Rohan Dennis (primer líder el año pasado), Victor Campenaers (reciente campeón de Europa de la especialidad) y Jonathan Castroviejo (subcampeón continental).

Una Vuelta a la que siempre le quedará la presencia de Alejandro Valverde, que afronta su 11ª ronda española. Nada o poco ha cambiado el murciano. Ahora tiene 38 años, pero sabe que lo suyo ha sido, es y será un ciclismo ofensivo. Así disputó hace 18 años su primera Vuelta y así se ha presentado en Málaga.

Que hablen con Nairo Quintana si quieren tener a alguien en el papel de favorito dentro del conjunto Movistar. «No cambia nada mi estrategia», responde cuando se le pregunta si la baja de Mikel Landa, por lesión, variará su forma de actuar en esta Vuelta.

Y qué más le da, porque lo primero que hace al llegar a Málaga es consultar el libro de ruta. Entonces se da cuenta que a la segunda etapa, mañana, le han quitado unos cuantos kilómetros de subida. Pero casi le da lo mismo, cuando ve que, a la cuarta, en las montañas de Granada hay una ascensión de las que le gustan.

Y allí se van a enterar otra vez de quien es, decidido a vivir de la aventura. Quién pueda que le siga. Sabe que, a diferencia del Tour, aquí nadie le va a pedir sacrificios. Aquí será un corredor que podrá gritar libertad.