Después del no ascenso, después de la no renovación de Kiko Ramírez y después de la salida de Jordi Bruixola, el presidente del Castellón analiza en Mediterráneo la actualidad del club albinegro. A falta de diez días para que el Valencia llegue a Castalia en el primer amistoso de la pretemporada 2016-17, son muchos los frentes abiertos para un David Cruz que pide “tranquilidad”.

Mañana en estas páginas, el dirigente se centrará en aspectos institucionales y económicos, mientras hoy aborda temas deportivos y sociales. Al respecto de la inminente campaña de abonos, adelanta: “A mediados de la próxima semana la lanzaremos. Será una campaña agresiva con precios muy populares para que el abonado que es fiel tenga unas condiciones ventajosas si trae a un socio nuevo a Castalia”.

MENSAJE A LA AFICIÓN // Cruz es consciente que su gestión levanta controversia en buena parte de la masa social, aunque minimiza la importancia de esta corriente: “Me siento respaldado por la afición. En la calle en estos últimos tiempos las felicitaciones están por encima de las críticas”. Cuestionado sobre la existencia incluso de alguna pancarta en su contra en la ciudad, responde: “Una sola persona puede pasarse el día haciendo pintadas y escribiendo tuits. Hay que ver que de los 12.000 espectadores que vinieron a Castalia en play-off, solo una treintena que pertenecen a asociaciones beligerantes con el Consejo acudieron a despedir al entrenador el pasado domingo”.

Precisamente sobre la marcha del técnico, Kiko Ramírez, el máximo mandatario se pronunció en estos términos: “El entrenador no vino para ser un referente del aficionado, ni para tener un cargo hedonista, sino para subir al Castellón a Segunda B, así que fracasó en el objetivo. Nos pidió siete fichajes en enero, se comprometió a acabar primero y a subir de categoría, pero no lo consiguió”. Pese a ello, Cruz recuerda que se le ofreció una renovación que no llegó a buen puerto porque “pedía más dinero”.

Otra salida importante en estos últimos días fue la de Jordi Bruixola, sobre el que el presidente asegura que “se ha tirado del barco de la noche a la mañana pese a que se le ofreció la máxima confianza por parte de la directiva para ser director general”.

NUEVO PROYECTO // Hablando ya del futuro, con el nombre de Miguel Ángel Tena sobre la mesa como posible entrenador --no es el único nombre que maneja la dirección deportiva--, asegura que “el nuevo técnico firmará por dos años y debe entender que lo principal será trabajar con la cantera. Nos tenemos que olvidar de los mercenarios que vengan a ganar dinero”. Pide Cruz a su vez al relevo de Kiko Ramírez “que venga a jugar ofensivo; por algo el Castellón, que es el Madrid de Tercera, se gasta 60.000 euros al año para tener un buen césped”.

Preguntado por el organigrama del club, tras la salida de Jordi Bruixola, defiende que “la masa salarial de los empleados es muy pequeña, en la parcela administrativa solo hay cuatro o cinco empleados y la vacante de director general se cubrirá cuando haya un perfil adecuado”.

También pide Cruz “máximo respeto por la parcela deportiva porque trabajan por cantidades muy ínfimas por el bien del club. Algunos entrenadores no pasan de los 250 euros al mes”. Afirma por último que “no hay director deportivo, sino coordinador, que es Moya, que trabaja con Saúl Suay, Ximet y Pepo. Después, Nahum Mingol se encarga de la cantera junto a Ximo Badenes. Les ayudan Pedro Pino como directivo y De Celis como consejero”. H