Por tercera vez lo intentó España. Por tercera vez dio la cara frente a las estrellas de la NBA, en esa batalla permanente por derribar una gigantesca barrera. No lo consiguió y la derrota frente a EEUU (76-82) la llevará a pelear por la medalla de bronce mañana, pero con su actuación, la generación de Pau Gasol volverá a ganarse el reconocimiento del planeta. Como en Pekín. Como en Londres. El físico de EEUU, más que el talento, fue el que marcó diferencias. Esa es una barrera complicada de salvar. Mientras resistió el ritmo, la selección le aguantó el paso a su rival, siempre de la mano de un Pau Gasol monumental (23 puntos y 8 rebotes) por mucho que no haya estado a su máximo nivel en Río.

Klay Thompson, la estrella de los Warriors, con 22 puntos y cuatro triples, fue una de las claves ofensivas del equipo estadounidense, por delante de Kevin Durant, autor de 14 puntos, aunque DeAndre Jordan, con 9 puntos y 16 rebotes, fue quien apuntaló a EEUU en las zonas. Los americanos, que suman 75 victorias consecutivas y no pierden desde las semifinales del Mundial de Japón, en el 2006, buscarán su tercer título desde Pekín 2008.

EL ARBITRAJE desquició // El rebote fue un quebradero de cabeza para los jugadores de la selección. Con muchos más centímetros y envergadura, EEUU lo dominó con claridad (53 rebotes, 21 ofensivos, por 41 de España). Y cada rebote ofensivo era una condena para los de Scariolo. Hasta 13 capturaron los estadounidenses antes del descanso. Así fueron abriendo brecha (13-21, m. 7).

También empezó España con unos pésimos porcentajes en el tiro exterior. Gasol fue el único que anotó en los nueve primeros lanzados, lo que fue un lastre para las opciones de la selección, a la que tampoco benefició el discutible criterio arbitral.

Los árbitros condicionaron el juego por la sucesión de faltas en la que se convirtió el encuentro. Cinco técnicas antes del descanso, tres en contra de España, marcaron los planes de Scariolo muy negativamente. Las tres llegaron por protestar más que posibles faltas en la pelea por el rebote. Alguna resultó crucial. Como la cuarta de Mirotic, tras recibir una técnica, antes del minuto 18.

La eficacia de Gasol, la chispa de Rudy y Sergio Rodríguez, la pelea de Reyes, la frescura de Hernangómez, le sirvieron para mantenerse en la pelea al descanso (39-45). No desfalleció el grupo de Scariolo en la segunda parte.

Intentó suplir sus carencias actuando con cabeza, con más ayudas defensivas e intentando dar más protagonismo a Pau Gasol en ataque. Cada vez que alguien se sumaba a la carga de Gasol, bien Llull, bien Sergio Rodríguez, el marcador se estrechaba. Estados Unidos nunca llegó a escaparse, pero faltó la energía suficiente para cambiar un encuentro que volverá a sumar en el haber de una generación única. H