El Sevilla dio un paso atrás en sus aspiraciones a la Liga ante un Espanyol que continúa su escalada. Una vuelta después de comenzar el campeonato con el descalabro en el Pizjuán (6-4), el equipo perico (a punto de cerrar el regreso de Sergio García tras su paso por Qatar) demostró que no tiene nada que ver con aquel bloque frágil que se vino abajo de mala manera en Sevilla. Aquello ocurrió en agosto. Ayer, los hombres de Quique Flores doblegaron a un rival que dio la cara pese a jugar casi todo el partido con uno menos por la polémica expulsión de Pareja nada más empezar.