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Cuando todavía restan tres partidos para que concluya la Liga en lo que respecta al Villarreal, ya van sonando nombres de posibles fichajes para la próxima temporada. Los que lo hacen con más fuerza las últimas fechas son los de Sidnei y Gerard Moreno, que ocupan dos posiciones que se van a reforzar sí o sí como son las de central y delantero. El club no ha firmado a ningún futbolista, pero la secretaría técnica trabaja a pleno rendimiento y a nadie se le escapa que el descenso del Dépor puede facilitar la llegada del brasileño, mientras el regreso del actual delantero del Espanyol, sobre el que el Villarreal mantiene el 50% de sus derechos, sería visto con buenos ojos en todas las parcelas del club.

La dirección deportiva puede trabajar actualmente con dos importantes variables despejadas. La primera es la casi segura presencia del equipo amarillo un año más en Europa, que implica elaborar una plantilla amplia para afrontar con garantías tres competiciones. La segunda premisa clara es la continuidad de Javi Calleja.

El entrenador madrileño ha demostrado que no se casa con ningún sistema. Su variabilidad táctica provoca que a la hora de fichar la polivalencia de los objetivos sea una virtud a tener muy en cuenta. En mercados anteriores, la dirección deportiva debía buscar dos jugadores por puesto dentro de un 4-4-2 casi inamovible, mientras en la actualidad, donde el citado sistema se combina con un 4-4-2 con un rombo en el centro del campo o el 4-2-3-1, hay que tener en cuenta otros factores. En la actualidad vemos por ejemplo que tres de los cuatro delanteros del equipo tienen una presencia testimonial, puesto que en el once solo hay hueco para Carlos Bacca...

También se mira de reojo desde la entidad una posible sanción por parte de la FIFA, que investiga los jugadores de origen chino que estuvieron en la cantera hace unos años becados por Wanda. A día de hoy no se tiene constancia de que la prohibición de acudir a alguna ventana de fichajes vaya a llegar, pero si antes sufrieron este castigo clubs como Real Madrid, Barcelona o Atlético, es muy posible que Villarreal y Valencia sean los siguientes.

Volviendo a los nombres propios, de la plantilla 17/18 solo dos futbolistas terminan contrato: Rukavina y Bonera, que pese a contar con 34 y 36 años, respectivamente, demuestran tener aún mucho fútbol en sus piernas. De hecho, el serbio reconoció estar negociando su renovación, mientras el italiano es muy del gusto de Calleja.

Quien no seguirá, muy a su pesar del Villarreal, será Rodrigo, cuyo traspaso al Atlético de Madrid provocará la llegada de un mediocentro top que le supla. Sin olvidar que el mejor recambio para el mediocentro madrileño está en casa y se llama Bruno Soriano. El capitán ha sufrido este año un auténtico calvario, pero que nadie dude que el de Artana pasará la maldita página de su lesión. Habrá que estar pendiente en esta posición a la progresión de un diamante en bruto de la cantera como es Morlanes, a quien más pronto que tarde disfrutaremos en el primer equipo.

También se da por seguro en la Ciudad Deportiva el regreso de un reforzado Alfonso Pedraza, que ha demostrado en su cesión al Alavés tener nivel suficiente como para destacar en el Submarino.

Se vaya quien se vaya y venga quien venga, lo que podemos estar seguros es que, como siempre dice Fernando Roig, habrá mejor equipo que el año anterior y peor que en el próximo. Por trabajo no será.