Después de 20 temporadas defendiendo los colores del Balonmano Castellón, Elena Romero, al término de la pasada campaña, decidió colgar las zapatillas y poner fin a más de media vida luchando por el escudo del equipo de su ciudad. La que fue durante muchos años capitana del equipo senior del Castellón considera que, a sus 29 años, ha llegado el momento de cerrar su etapa como jugadora y ceder paso a las futuras generaciones de balonmanistas.

UNA DECISIÓN DIFÍCIL // Elena Romero afirma que el principal motivo de su retirada es el trabajo. “Te haces mayor y cada vez es más complicado compaginar tu vida profesional y personal con la deportiva”, confiesa. “No fue una decisión fácil. He vivido grandes cosas en este club y en este deporte, por eso me resultó muy complicado dejarlo”, reconoce.

A pesar de abandonar la competición de primer nivel y el club de sus amores, no renunciará a esta disciplina por completo. Al menos de momento. “Seguiré entrenando en mi tiempo libre y mantendré el contacto con la entidad. Me han ofrecido seguir con mis compañeras como delegada de campo y también ayudar al club desde la directiva. En estos momentos, lo que puedo garantizar es que les visitaré siempre que pueda”, manifiesta.

La carrera de la castellonense comenzó muy pronto, a los nueve años, cuando acudió a su colegio un miembro del Balonmano Castellón a promocionar esta disciplina entre los más jóvenes. “Quería hacer deporte y vi en el balonmano una disciplina que podía ayudarme a crecer como persona”, declara. Durante su etapa como juvenil, la Guerrera de la Plana consiguió enfundarse la camiseta de la selección valenciana, lo que considera como un “gran premio al trabajo y al esfuerzo” y “una experiencia gratificante”, en la que, según afirma, hizo “grandes amistades”, que pese a los años y después de muchos partidos, aún conserva.

Elena, tras dos décadas de balonmano, se retiró de la competición de la mejor forma posible, recibiendo una mención al Mérito Deportivo, entregada por la Federación de Balonmano de la Comunitat Valenciana en la primera gala autonómica celebrada hasta la fecha. “Ha sido un broche de oro a tanto esfuerzo y una forma muy especial de cerrar mi vida deportiva”, asegura.

APOYA A LAS JÓVENES // Desde su dilatada experiencia, Romero lanza un mensaje a las jugadoras que están dando sus primeros pasos en este deporte: “No se pueden perder las ganas ni la ilusión. Tampoco olvidar el sacrificio que conlleva esta disciplina. Al contrario que en otros casos, aquí no hay recompensa económica, lo único que importa es la pasión por el balonmano”, espeta la exjugadora castellonense.

FIDELIDAD AL CLUB // Por último, la capitana destaca que, a día de hoy, en el mundo del deporte resulta complicado permanecer toda una trayectoria ligada al mismo club. “En mi caso se ha dado por el trato excepcional que me ha concedido la entidad y por el amor que profeso hacia este equipo”, finaliza con nostalgia un referente del Castellón. H