El temido paso de los aficionados rusos por Vila-real pasó prácticamente desapercibido. La presencia de 1.700 seguidores del Spartak en La Cerámica provocó la calificación de alto riesgo de la última jornada de la Europa League, ya que Antiviolencia tuvo en cuenta los gravísimos antecedentes de los hinchas más radicales del club moscovita la pasada campaña, que provocaron incidentes en Sevilla y, sobre todo, en Bilbao, en la Champions y en la Europa League, respectivamente.

Los ultras del Spartak estuvieron perfectamente controlados por las fuerzas de seguridad en las horas previas del partido, sin tener que lamentar ningún acto de vandalismo por las calles de Vila-real, donde fueron llegando los aficionados del Spartak durante todo el día. El panorama cambió en la grada visitante de La Cerámica, que los ultras rusos incendiaron literalmente una vez iniciado el choque y después del primer gol de los amarillos.

El peligro de las bengalas

Las numerosas bengalas encendidas en la zona de seguridad del estadio provocaron un pequeño fuego al prenderse algunas de las butacas. El incidente tuvo que hacer intervenir a los bomberos, que sofocaron rápidamente las llamas. El Villarreal, además, dobló el número de agentes de seguridad privada y sanitarios para atender posibles emergencias. El balance final del paso de los radicales del Spartak, a pesar del indicado problema en la grada, fue positivo.

Pirès, de ‘cumpleaños’

En una tarde marcada por la molesta lluvia, algunos ilustres de la entidad amarilla se acercaron a La Cerámica. Entre ellos, Robert Pirès, que no quiso dejar pasar la oportunidad de felicitar a Santi Cazorla: el asturiano cumplió ayer 34 años.