Un penalti transformado por Eric Dier finiquitó el apasionante duelo que protagonizaron Inglaterra y Colombia en el estadio Spartak de Moscú. Los inventores del fútbol tuvieron en la mano el triunfo mucho antes, pero un agónico cabezazo de Yerri Mina llevó el duelo a la prórroga. Los cafeteros soñaron con la clasificación, fueron incluso por delante en la tanda final, pero los fallos de Uribe y Carlos Bacca acabaron aupando a los pross.

La eliminación de Colombia acabó dejando sin valor el tercer gol de Mina en tres partidos en el Mundial. Fue otro cabezazo magistral cuando el partido ya moría. Se elevó por encima de Maguire en el minuto 93 para equilibrar la batalla y propiciar una prórroga en la que los colombianos tuvieron en la lona a su rival. No lo acabaron de rematar y los ingleses sonrieron. La majestuosa parada del meta Pickford en el lanzamiento de Bacca y el sello final de Dier acabaron con la resistencia de la admirable Colombia.

Inglaterra se rebeló contra la historia. Por primera vez en un Mundial se llevó una tanda de penaltis, un gafe que había sufrido incluso en sus carnes el seleccionador Gareth Southgate. Doce años después, los pross superaron también una eliminatoria. Ya les tocaba a los inventores del fútbol, que desde el 2006 habían caído siempre en la fase del KO en Eurocopas y Mundiales.

PULSO DE EMOCIÓN / El balón parado marcó un pulso con más emoción que fútbol. En un córner se originó el polémico penalti que adelantó a Inglaterra y en su saque de esquina llegó el empate.

No querían los pross más postales de desolación. Ya tuvieron suficiente con el ridículo de hace dos años ante Islandia. «Los tontos caen ante un país de pescadores», tituló entonces el sensacionalista The Sun.