Nunca en la era Valverde el Barcelona y el Real Madrid se habían enfrentado en un partido de Liga en una situación de tanta igualdad. El año pasado, los blancos estaban a cuatro puntos cuando visitaron el coliseo azulgrana, aunque por juego la distancia entre ambos equipos parecía bastante mayor (como quedó refrendado con el 5-1 que propició la destitución de Lopetegui).

En la temporada 2017/18, el duelo tuvo lugar en la antepenúltima jornada y para entonces la ventaja barcelonista en la clasificación ya era de 18 puntos. Un abismo que, sin embargo, no se tradujo luego ni en el marcador (2-2) ni sobre el césped.

Será Hernández Hernández quien dirija el clásico más igualado de los últimos años. Empatados en la cabeza de la tabla con 35 puntos, el Barça y el Madrid afrontan el último gran partido de la década en un momento en el que ambos parecen haber encontrado por fin un patrón reconocible de juego después de unos primeros meses algo erráticos.

LA INTENSIDAD BLANCA / «Estamos igualados en la clasificación porque [ante el Valencia] el Madrid metió un gol en el minuto 95», recordó Valverde con una ironía que no suele prodigar. No fue, en cualquier caso, un menosprecio. El técnico azulgrana subrayó el buen momento que atraviesan los blancos. Apuntó que la motivación del clásico siempre iguala a los dos equipos y destacó que el Madrid suele hacer buenos partidos en el Camp Nou, donde juega «con mucha intensidad».

«Llegamos bien», advirtió, por su parte, Zinedine Zidane. «Llevamos tiempo jugando bien y con buenos resultados», dijo. El técnico francés aprovechó la dinámica positiva de su equipo para sacar pecho antes de viajar a Barcelona, aunque reconoció que «las dinámicas cambian rápido». Zidane se sabe en la zona del mango de la sartén y lo aprovecha para infundir tranquilidad en sus hombres invitándoles a no preocuparse demasiado por el marcador: «Lo importante no es el resultado sino lo que vamos a demostrar durante el partido».

En abierto contraste con lo que sucedía hace solo un par de meses, los dos entrenadores tienen ya muy perfilado cuál es el once de las grandes ocasiones. Con toda seguridad, Valverde repetirá la alineación que puso el sábado sobre el césped de Anoeta, con Sergi Roberto en el lateral derecho, Rakitic asentado en la titularidad ante la baja continuada de Arthur y el tridente de ataque Messi-Suárez-Griezmann cada vez más consolidado.

Más dudas, aunque no muchas, plantea el equipo que dispondrá Zidane, cuya tarea se ha visto complicada por las bajas de Hazard y Marcelo. Entre los fijos se ha ganado un sitio el uruguayo Fede Valverde, que compartirá la zona de medios con Casemiro y Toni Kroos. La gran incógnita es saber si el técnico madridista optará por incluir un cuarto centrocampista (Modric o Isco) o se decantará por alinear tres delanteros (a elegir entre Benzema, Gareth Bale, Vinícius y Rodrygo).