Se acabaron los tres derbis pero la pelota sigue en juego por una cuestión nada futbolística, una resaca mucho más turbulenta y desagradable provocada por las hirientes pancartas que aparecieron en Cornellà. Los mensajes contra Shakira, utilizada de la peor manera para atacar a Piqué, han levantado una oleada de indignadas críticas en todos los ámbitos. Mientras Barça y Espanyol han guardado silencio, tanto la Liga de Fútbol Profesional como el Consejo Superior de Deportes ya adelantaron que trasladarán el tema a la Comision Antiviolencia, lo que podría implicar una sanción económica o un cierre parcial o total del estadio.

Al Espanyol se le ha ido el derbi de las manos en una espiral de violencia que se inició en el campo, siguió en el palco y en el túnel de vestuarios y ha acabado trasladándose a la grada.

ALIMENTAR LAS BRASAS // Después de ir alimentando las brasas, despotricando del “nacionalbarcelonismo” como hizo el presidente Joan Collet tras el primer derbi o enzarzándose en reyertas en el campo y en el túnel de vestuarios como algunos jugadores, un sector de la afición perica cruzó la frontera y deshonró lo que era un duelo futbolístico, sin que nadie del club tomara medidas para evitarlo. Ni antes ni durante el partido cuando las pancartas camparon a sus anchas entre el regocijo general, dejando en el aire una posible connivencia.

“Shakira es de todos”, es el mensaje que más reproches ha merecido por sus lamentables connotaciones. “Antonio de la Rúa, contigo empezó todo”, era otra de las referencias a la pareja de Piqué, en una clara alusión al mensaje que había lanzado el defensa al Real Madrid la temporada pasada con Kevin Roldán. Las otras, igual que los cánticos de “once camillas, queremos once camillas” tenían una connotación más deportiva aunque claramente incitadoras a la violencia, en especial, la de “Pau, tu pie nos marca el camino”, una adaptación de “Mou, tu dedo nos enseña el camino” que se colgó en el Bernabéu aplaudiendo la agresión del técnico al desaparecido Tito Vilanova. Entonces, el Madrid también actuó con toda complicidad al permitir que apareciera en más de un partido.

Pese al silencio arbitral, no parece fácil que el tema quede a medias. Tanto Miguel Cardenal, presidente del CSD, como Javier Tebas, presidente de la LFP, coincidieron en condenar las pancartas y los cánticos. “Son inaceptables”, dijo Tebas. En la reunión que mantuvo ayer Antiviolencia se acordó solicitar informes a la federación española que serán estudiados la próxima semana para decidir una propuesta de sanción. “Vamos a seguir trabajando con el mismo ímpetu y toda nuestra convicción para erradicar cualquier manifestación que incite a la violencia y suponga un ataque a los valores que el deporte debe transmitir”, añadió. H