Llega Europa. Llegan las rotaciones. Y llegan las oportunidades de jugar, sobre todo para aquellos que no han podido iniciar al cien por cien una temporada en la que el Villarreal ha tenido que cambiar sobre la marcha el objetivo. La ilusión estaba centrada en mantenerse en la zona alta de la Liga y brillar en una Champions que, finalmente, se esfumó. Pero la Europa League es un excelente premio de consolación.

Por lo menos así lo considera Denis Cheryshev, que el pasado sábado confirmó sobre el césped un regreso deseado desde hace mucho tiempo, sobre todo por una afición que tiene al hispano-ruso como uno de sus grandes ídolos y vital en el actual proyecto, aunque Chery no se ve insustituible. “Por supuesto que no; tenemos un grandísimo equipo, en el que juegue quien juegue lo hace fenomenal”, apunta Denis, que ha tenido que esperar 17 meses para volver a disfrutar de lo que él considera “una familia”, un grupo en el que todos van “en la misma dirección”, algo que, seguramente, no sintió la pasada temporada, ni en su reintento por triunfar en el Madrid ni en su corta etapa en Mestalla.

“Me siento en casa, por fin en disposición de aportar mi granito de arena, de ayudar para que le vaya bien al equipo”, celebra Cheryshev, que vuelve a sentirse futbolista después de casi cuatro meses de trabajo en solitario para recuperarse de la intervención en el recto femoral izquierdo, el músculo que tantas molestias le dio en las dos últimas temporadas. El sufrimiento ya es historia. Ahora toca disfrutar.

“Cada vez me voy encontrando mejor, aunque es verdad que todavía me falta ritmo”, reconoce el hispano-ruso, que en su primera toma de contacto con la competición, en La Rosaleda, se encontró “un poco perdido”. “Es normal después de tanto tiempo sin jugar, pero tengo la suerte de tener a los compañeros a mi lado. Me apoyan, me animan, me corrigen cuando lo necesito”. De nuevo, Denis coloca el colectivo por encima de la individualidad. La rapidez y el desborde volverán. “Lo importante es que las sensaciones sigan siendo buenas; yo haré el máximo posible para recuperar el nivel de juego”, dice.

Evidentemente, ese nivel llegará a base de minutos oficiales. Y mañana puede ser un día propicio para empezar a sentirse protagonista desde el inicio, ya sea dentro de un 4-4-2 o de un 4-2-3-1, un dibujo que Fran Escribá va puliendo día a día. “Tenemos que saber jugar varios sistemas y posiciones. No todos los partidos van a ser iguales y tenemos que saber manejar varias alternativas”, defiende Cheryshev, para quien no jugar la Champions no es un paso atrás: “Hay que pasar página y no mirar al pasado. Solo nos descentraría. Ahora viene el Zúrich y para nosotros no existe ningún partido más. La Europa League nos ilusiona. Podemos hacerlo bien en este torneo”. H