La furia de Luis Suárez es de sobras conocida; un delantero hipertenso y que muchas veces saca de quicio a los defensas rivales. Pero la situación que se produjo en el partido de la Copa América entre Uruguay y Chile fue del todo surrealista. El jugador azulgrana estaba nervioso porque no llegaba el gol de su equipo, que consiguió Cavani pero a los 82 minutos del partido. En una acción ofensiva de Uruguay el portero chileno, Gabriel Arias, impidió un centro de Suárez. Lo hizo con la mano y dentro del área, situación totalmente reglamentaria, pero la estrella uruguaya reclamó, sin éxito, claro está, penalti del guardameta.

Uruguay logró la clasificación como primero de su grupo después de dos victorias y un empate y sigue aspirando al título en la Copa América.