Es Marc Márquez Alentá y todo es posible. Es un genio. No olvidemos que fue engendrado la milagrosa noche de Wembley. No hay cosa que este muchacho no pueda lograr. Y todos los que lo rodean lo saben. Por eso lo ponen a prueba cada día. Y por eso el caníbal, como lo llaman en Italia, demuestra que no tiene límites.

El sábado, en Brno, Alberto Puig, director deportivo de Honda, le propinó un cachete al japonés Takeo Yokohama, jefazo del proyecto MotoGP de la fábrica japonesa, cuando Márquez parió la vuelta más increíble de la historia al lograr la pole con neumáticos lisos sobre agua. «¡Ves!, te dije que él lo lograría», significaba el gracioso bofetón.

El domingo, ayer, minutos antes de la salida, después de que todo se retrasase con la intención que se secase la pista, Santi Hernández, ingeniero de Márquez, puso en manos de su piloto, por vez primera en su vida, una moto improvisada. Motivo: nada les funcionaba. «Si la cagamos, será culpa mía», le dijo Santi. «Tranquilo, Santi, si no puedo ganar, haré quinto», le respondió Marc.

de récord / ¿Saben lo que ocurrió, verdad? ¡Arrasó! Ese es Marc Márquez. El día que le provoca Puig, asusta; el día que Hernández confía a ciegas en él, vence, de semáforo a bandera a cuadros, sin dejarse intimidar por un Andrea Dovizioso (Ducati). Aquella pole le permitió igualar las 58 de Mick Doohan en la categoría reina; esta victoria, la 76 de su carrera, le coloca a la altura del británico Mike Hailwood, nueve veces campeón del mundo. Ya solo tiene por delante a Ángel Nieto (90 triunfos), Valentino Rossi (115) y Giacomo Agostini (122), pero solo tiene 26 años. ¡Rossi tiene 40!

«Pronto me hablaréis de Nieto, pero Ángel es otro mundo, está muy lejos, fue muy grande, enorme, dejarme seguir mi camino sin más comparaciones», comentó Márquez al descender del podio de Brno donde, minutos antes, había estado su hermano Àlex ¡soberbio!, como vencedor de Moto2 y, a media mañana, Aron Canet, triunfador de Moto3. Los tres firmaron el 34º triplete español en el Mundial y lideran sus campeonatos.