Leo Messi protagonizó la peor escena del Barça en Sevilla cuando en la segunda parte de la prórroga agredió a Villalibre. El VAR constató la acción antirreglamentaria de la estrella argentina, que vio la tarjeta roja. Algo inaudito, porque hasta esta final jamás el delantero había sido expulsado vistiendo la camiseta azulgrana, nada menos que en 753 partidos jamás había sido expulsado hasta ahora.

No fue, de todas maneras, la primera ocasión en la que Messi acabó expulsado de un partido. De hecho, la tarjeta roja ante el Athletic es la cuarta de su carrera profesional, puesto que antes había tenido que abandonar el campo de forma precipitada en una ocasión con el Barça B y otras dos con la selección de Argentina.

Además, por si fuera poco, la tarjeta roja le costará más de un partido de sanción a Messi (un mínimo de cuatro), un castigo condenado a cumplir en un campeonato de Liga donde el Barça necesita sí o sí a su principal reclamo para continuar aspirando a la conquista del título. Durante toda la semana habrá tiempo de hablar por qué ha protagonizado esta acción el delantero argentino, al que se le notó excesivamente la falta de inactividad y el no haber podido jugar en la semifinal ante la Real Sociedad. Estuvo muy apagado y poco participativo en el ataque azulgrana.

El acta del colegiado

El árbitro explicó con detalle en el acta del encuentro por qué había expulsado al argentino: "En el minuto 120 el jugador (10) Messi Cuccittini, Lionel Andrés fue expulsado por el siguiente motivo: Golpear a un contrario con el brazo haciendo uso de fuerza excesiva estando el balón en juego, pero no a distancia de ser jugado".

Los dos goles de Griezmann

Todo lo contrario a lo que protagonizó Antoine Griezmann, autor de los dos tantos azulgranas y quien también tuvo a la desesperada una última ocasión para empatar el partido y forzar la tanda de penaltis. "Estamos jodidos, enfadados y molestos. Todos los malos sentimientos te cautivan cuando pierdes una final. Pero lo cierto es que el Athletic según su costumbre, lo ha dado todo durante el partido. Hemos de mejorar y a veces hay que gritar en ciertas jugadas", afirmó el jugador francés; en su última frase en alusión al segundo tanto encajado por el Barça y que significó con el partido prácticamente finiquitado la prórroga.

Ronald Koeman no quiso en ningún momento criticar al equipo y hasta salió en defensa de Messi, al que protegió y hasta disculpó por la expulsión. "Lo entiendo porque no sé cuántas faltas le han hecho. Nos han pitado faltas en contra. No es normal que a un jugador que quiere driblar lo derriben. Pero he visto la jugada". Para el técnico azulgrana el equipo "luchó hasta el último minuto, pero ha habido cosas tras ponernos dos veces por delante en el marcador".