Moi Gómez redebutó con buen pie en el Villarreal CF. El que fuera canterano del Submarino durante seis ejercicios y que debutó con el primer equipo con 17 años, ha regresado al Submarino cuatro años después, tras jugar en Getafe, Sporting de Gijón y Huesca.

El mediapunta alicantino, natural de Rojales, fue una de las sorpresas en el once inicial de Javi Calleja ante el Granada, siendo sobre el rectángulo de juego uno de los mejores, ya que participó en tres de los cuatro goles: le hicieron el penalti del primer tanto groguet, anotó el 2-1, que significó el gol número 1.000 de la historia del Villarreal en Primera división, y asistió a Gerard Moreno en el momentáneo 3-2.

SENSACIÓN AGRIDULCE / Para el futbolista amarillo, «el partido ante el Granada no se debió escapar, puesto que tras el 4-2 no nos pueden hacer tanto daño en acciones a balón parado», comentó, incidiendo en el juego aéreo. «En la primera parte el equipo estuvo impreciso, en la segundo estuvimos más asociativos», añadió.

Sobre el hito logrado, explicó que «fue bonito marcar el gol 1.000 del equipo en Primera División pero no ha servido para nada». «Hacemos cosas buenas que hay que mantener, pero también cometemos errores que debemos corregirlos», terminó.