Neymar no piensa cambiar su estilo de jugar. Ni a patadas. Ni por convicción propia ni por la intimidación de los defensas para tratar de anularle en el campo. "En el fútbol pueden darse codazos y patadas, pero no todo el mundo puede regatear, que es algo cada vez más difícil", sostiene el delantero brasileño, orgulloso de unas cualidades que le han situado en el máximo nivel futbolístico.

El delantero del Barça luce una señal en la ceja derecha.Un recuerdo del defensa boliviano Duk, que le soltó un codazo en el último partido que jugó Neymar con Brasil, saldado con una goleada de la canarinha. "Neymar venía sobrando a todos en el partido, pero mi intención solo era de cortar una jugada. Todo el mundo sabe que este deporte es así", dijo Duk tras afirmar que no actuó con mala fe.

"Creo que tendré una cicatriz para toda la vida", ha bromeado este jueves el futbolista, que ha garantizado que no se asustará por la violencia que emplean algunos rivales. No solo en Sudamérica y en los partidos de selecciones, sino también en la Liga española,. donde es objeto de muchos reproches. Sin ir más lejos, en Leganés se desató la enésima polémica en torno a Neymar.

"Yo tengo mi juego, que es regatear, hacer goles y crear jugadas para mis compañeros", ha insistido Neymar en un acto con uno de sus patrocinadores. "Soy feliz jugando así y si ellos no son felices así, yo no puedo hacer nada". Los entrenadores de los tres principales equipos (Barça, Madrid y Atlético) salieron a defender al astro brasileño, negando que advirtieran en él ningún ánimo provocador.