"Ya jugué en varios estadios siendo pitado. Es triste, pero sé que a partir de ahora será como jugar todos los partidos fuera de casa". Neymar está resignado a vivir un clima de hostilidad en su propia casa después de que intentara, pero sin éxito, abandonar este verano el Paris SG para volver al Barça.

Ni siquiera su golazo al Estrasburgo, que le dio el triunfo al equipo de Tuchel en el tiempo añadido (1-0) le sirvió para redimirse. "Quiero dejar claro que no tengo nada contra los aficionados, ni tampoco contra el Paris SG. Pero todo el mundo sabía que quería salir, eso lo dejó muy claro".

Tan claro que los aficionados del Parque de los Príncipes le recibieron con pitos cada vez que tocaba el balón. Tan claro que había un par de pancartas insultantes en las gradas hacia él y hacia su padres. "No voy a entrar en detalles de lo que ocurrió en las negociaciones", ha dicho Neymar.

"Las personas presentes aquí saben lo que sucedió y eso es una página ya pasada", ha comentado el astro brasileño. "Hoy soy jugador del PSG y prometo dar todo en el campo, cumplir mi papel y ser feliz en el césped. No preciso que griten mi nombre ni que estén aquí por mí. Pero sí por el PSG".

Luego, incidió en ese recibimiento que tuvo en su estreno de la tercera temporada en la Liga francesa. "No tengo nada contra el PSG ni contra sus aficionados. Tuve mis motivos para salir, hice todo lo que pude, pero infelizmente no me dejaron. Es la primera vez que hablo sobre esto y será la última. A partir de ahora, mi cabeza está concentrada solo para el Paris".