Esta es la crónica que uno nunca quiere escribir. Tanto nadar, a contracorriente además, en una temporada jalonada de contratiempos futbolísticos y otros extradeportivos, para acabar ahogándose cerca de la orilla. El Castellón estaba a 90 minutos y una victoria de poner fin a su mayor calvario, cinco años ya desde que una infamia llamada Castellnou2005 arrojase a los orelluts a Tercera División. Un calvario que se prolongará al menos otros 12 meses, después de caer ayer por penaltis. Malditos penaltis.

La fiabilidad y competitiva del granítico bloque construido por Kiko Ramírez saltó por los aires. Dos acciones aisladas y 2-0 al término de una primera parte para olvidar, en la que el Castellón estuvo lejos de inquietar al Gavà. Solo quedaba un milagro, que se acometió después. El Castellón mereció subir, tuvo Antonio el penalti para firmarlo pero…

casi los mismos onces // Jaime por Joel en el lateral derecho del Gavà, Castells por Carrillo en el Castellón (desplazando a Marenyà a la derecha) fueron los dos cambios respecto a Castalia. Decisivo el de los locales, puesto que el 2 marcó el 1-0 al filo de la media hora de juego.

Quien esperaba un partido como el de la segunda parte de siete días atrás, se equivocaba. El Gavà no se escudó en su ventaja de la ida y tuvo un par de aproximaciones al área de Campos, respondidas desde el córner por los orelluts. Uno peinado por Castells no encontró portería por centímetros, una acción que, al menos, cambió la decoración hasta restablecer la paridad en el juego. La rompió la acción individual de Jaime para poner el ascenso más cuesta arriba, si cabe (min. 28).

El Castellón reaccionó al gol con dos lanzamientos lejanos y elevados de Luismi y Carlos López, pero lo cierto es que el Gavà continuaba disfrutando de un confortable partido. Más todavía con el golazo de David Jiménez (min. 37). Empezaba a ser una misión imposible. Tocaba una reacción. Sin embargo, los albinegros estaban groguis, pidiendo el descanso para reorganizar planteamientos e ideas.

revolución Antonio // Ya antes del pitido que devolvía a los jugadores al vestuario, Antonio empezó a calentar. Ramírez apostó por las bravas, ya que el sacrificado fue Ebwelle. El murciano firmó el primer remate de la segunda parte, 90 segundos después de salir: paró Eric Alcaraz. El segundo significó el 2-1 (min. 49) y poco después, Fabiani igualó. Empezaba otro partido… y la eliminatoria.

Estaba claro que la tarde iba a acabar bañada en lágrimas. De alegría o decepción. El Castellón estuvo más entero y acarició el 2-3. La tensión era tal, que Niko Kata y Castells fueron expulsados (min. 85). Ambos afrontaron la prórroga con 10, en la que los albinegros fueron mejores. Y otra vez los malditos penaltis. H