Hace unos años, muchos todavía se quedaban perplejos cuando veían como un grupo de atletas atravesaba las sendas y caminos de los términos municipales de varias poblaciones de la provincia --en esta edición ha discurrido por 11-- para cubrir el exigente trayecto entre Castellón y Sant Joan de Penyagolosa.

Ahora sucede todo lo contrario y cada vez son más los aficionados que el fin de semana de la Penyagolosa Trails se sitúan en varios puntos del recorrido para seguir las evoluciones de una carrera que se ha convertido en todo un referente a nivel nacional y también internacional.

Mucho han cambiado las cosas desde que se disputó la primera edición de la Marató i Mitja, que desde hace cinco años comparte protagonismo con la CSP. Pero en todo este tiempo hay cosas que se mantienen, como es el esfuerzo de los organizadores, un reto que corresponde a los miembros del Club Marató i Mitja. Y eso que han tenido que evolucionar porque la competición también lo ha hecho. Sirva de ejemplo que el número de voluntarios es de 800.

Todo esto convierte a la Penyagolosa Trails en una carrera especial, como suelen indicar gran parte de los atletas cada vez que cubren el recorrido. Y esta tiene este carácter especial desde sus orígenes, lo que sirve para acordarme de Miguel Miravet, que fue presidente del Club MiM hasta el 2010. A finales de ese año tomó el relevo en el cargo Vicente Cervera, con el que la carrera ha seguido creciendo. Ambos contaron con ayudantes muy efectivos. H