Segorbe, Almazora y Burriana están ya a horas de iniciar la fase de ascenso a Tercera División, en la que los dos últimos son muy habituales... y, por tanto, perfectamente conocedores de las dificultades que los representantes provinciales tienen para subir, más allá de las que subyacen de superar un par de rondas. Además de los rivales que tendrán delante, los tres castellonenses, que han copado las tres primeras plazas del grupo I, tienen en contra el peso de la historia.

Los precedentes apuntan que, desde el verano del 2006, únicamente dos conjuntos provinciales se han aupado a la cuarta categoría del fútbol español por la vía deportiva, es decir, superando los play-off: estamos hablando del Borriol en 2010 y del Burriana en 2012. Con todo, hay otros dos ascensos motivados por la existencia de plazas libres, debido a la reestructuración de la categoría en función de los que suben y los que bajan, la renuncia de algún equipo... Ahí la suerte ha sonreído al Villarreal C en 2007 y al propio Borriol, hace ahora un año. En ambos casos, amarillos y rojillos hicieron valer su condición de mejor equipo de la Comunitat Valenciana en Preferente al término de la temporada regular, aunque ambos cayesen, posteriormente, en las eliminatorias. Una circunstancia que, esta vez, podría sonreír al Segorbe, que presume de esta vitola.

MUCHAS TENTATIVAS // El Alqueries en dos ocasiones, el mismo Almazora en otras dos, Vall de Uxó, Benlloch... muchas han sido las tentativas, pero los castellonenses han tenido que inclinarse ante valencianos y alicantinos.

¿Cuáles son las razones de esta desigualdad a la hora de contabilizar ascensos? El factor económico es uno de ellos, pues clubs de otros grupos de Preferente suelen tirar de talonario para fichar, para estas eliminatorias, a futbolistas que acaban de terminar su periplo en equipos de Tercera. Jugadores que, en muchos casos, decantan estas lides.

Este año, para empezar compensar el desfase, podrían subir el Segorbe... y el Almazora o el Burriana, pues albinegros y celestes están condenados a verse las caras si, entre este fin de semana y el que vienen, dejan en la cuneta a sus respectivos adversarios. H