Los extremos se tocaron. Y el Manchester City se salvó de una derrota que le podría haber desenganchado de la Liga cuando ni siquiera ha acabado diciembre. Estaba el equipo de Guardiola contra las cuerdas, sobre todo por ese gol de Walcott, que retrató de nuevo la debilidad defensiva citizen. El Arsenal no entendió el mensaje que le lanzaba ese tanto. Tenía a uno de sus grandes rivales para conquistar la Premier groggy, casi noqueado, pero decidió echarse atrás, pensando en que las manos de Petr Cech ocultarían su inexplicable falta de ambición. Cuando se dio cuenta, acabó el partido y había perdido, Arsène Wenger, el técnico que ordenó ese inusual repliegue, y Cech, el meta checo, se pusieron a discutir con el árbitro. No se percataron de que el City, en una extraordinaria segunda mitad, remontó un partido que tenía perdido. Lo hizo el City a base de fútbol y control (2-1).

En Francia, un doblete del italiano Mario Balotelli dio la victoria al Niza ante el Dijon (2-1) y fortalece el liderato del equipo de la Costa Azul en la Liga gala tras 18 jornadas. El Niza prolonga cada jornada su condición de revelación del curso. El cuadro de Lucien Favre se reencontró con el triunfo tras el empate cosechado la pasada jornada en el Parque de los Príncipes con el París Saint Germain, distanciado en siete puntos tras caer el sábado con el Guingamp.

En la Bundesliga, mientras tanto, el Bayern de Múnich recuperó el liderato tras ganar (0-1) al colista gracias a un gol de Douglas Costa (m. 70).