El Villarreal inició la pasada temporada un ambicioso plan de ampliaciones de contrato que contempló a varios de los que son actualmente los referentes del equipo que tiene entre manos Fran Escribá. Manu Trigueros (hasta el 2022) abrió una lista que continuaron Sergio Asenjo (2022), los laterales Mario (2023) y Jaume Costa (2021), y que este verano ha tenido su continuidad con Cédric Bakambu (2022) y Adrián Marín (2021), además de atar a Alfonso Pedraza, cedido esta temporada al Alavés.

Pero desde mediados de la campaña anterior el nombre de Rodrigo Hernández ha sido una prioridad para la entidad amarilla, que ve en el joven madrileño de 21 años al futuro director de orquesta del equipo amarillo, al hombre que debe coger el testigo de Bruno cuando el de Artana (con 33 años) decida colgar las botas y el brazalete de capitán.

CLÁUSULA ‘LLAMATIVA’ / El centrocampista, plenamente asentado desde la segunda parte de la pasada Liga en el primer equipo del Villarreal, ha experimentando una evolución que obliga a revisar los términos de su relación contractual, especialmente en lo referente a una cláusula de rescisión, ahora de 12 millones de euros, demasiado llamativa para algunos de los principales clubs de la Premier o la Bundesliga, que se han interesado por el jugador en los últimos meses.

Hasta la fecha, la fidelidad del Rodrigo —con algunas dudas hace dos temporadas— ha sido la que le ha mantenido como uno de los principales baluartes del futuro de la plantilla. Ahora, esa fidelidad está, por fin, muy cerca de plasmarse sobre el papel con un acuerdo que prolongaría entre cuatro y cinco años el actual compromiso hasta el 2020 y elevaría a cifras más acordes con el actual mercado la cláusula. Rodrigo salió ayer a la palestra para apagar cualquier conato de duda sobre su compromiso con la entidad amarilla. Para el madrileño la renovación es un tema «zanjado» y pendiente, tan solo, de ciertas cláusulas que se han tenido que estudiar «con tiempo».

CLAVE PARA ESCRIBÁ / «Si por mí fuera hubiera firmado hace dos meses. Pero el mercado ya está cerrado y la gente puede estar tranquila. Yo me quedo», señalaba ayer el centrocampista que hoy por hoy es una pieza vital para Escribá. Rodrigo solo se ha perdido cuatro minutos en los cinco encuentros oficiales disputados hasta ahora, cuatro en la Liga y uno en la Europa League.