Fácil, muy fácil, victoria del alemán Nico Rosberg (Mercedes), que, en la noche de Baréin, repitió la victoria conseguida, en el debut del Mundial de F-1, en el precioso trazado urbano de Melbourne (Australia). Robserg, que pese a salir segundo en la parrilla superó con gran comodidad y habilidad a Hamilton, mandó en el Gran Premio de Baréin como quiso y con una autoridad similar a la que suele emplear su compañero para ganar carreras. De este modo, ya con 50 puntos en dos carreras, Rosberg domina en la clasificación de pilotos del Mundial seguido, cómo no, por su compañero, que tras una buena carrera y remontada (pasó octavo en la primera vuelta) consiguió un nuevo segundo puesto.

PLETÓRICO // Rosberg, que concluyó la carrera dando gritos de alegría a través de su radio por la felicidad que le suponía hacer doblete en este inicio de campeonato (Australia y Baréin), es un piloto con un buen bagaje de victorias (16 en 187 carreras), aunque todavía no le llegan para sumar un título mundial. Es más, el de ayer es el quinto triunfo consecutivo del alemán, que enlaza las tres últimas carreras del 2015 (México, Brasil y Abu Dabi) con las dos primeras del 2016. Rosberg demostró su total superioridad doblando, incluso, al 7º clasificado, que fue el brasileño Felipe Massa (Williams).

La carrera empezó con tres grandes sorpresas. En primer lugar y antes de que se diese la salida, en la vuelta de formación de la parrilla de salida, estalló el motor del Ferrari del tetracampeón alemán Sebastian Vettel, que partía desde la segunda posición. El segundo golpe de teatro se produjo en ese adelantamiento, nada más apagarse el semáforo, de Rosberg a Hamilton que colocó al alemán líder de la prueba ya para las 57 vueltas de carrera. Y, por último, se produjo el ataque, acoso, provocación de Valtteri Bottas (Williams) a Hamilton en la primera curva del trazado, cuando el finlandés estrelló su monoplaza contra el lomo del Mercedes del británico. Bottas fue sancionado, pero Hamilton quedó relegado a la octava plaza y casi descartado del podio, aunque su pilotaje y arrojo lo situó, de nuevo, en el cajón.

ABANDONO DE SAINZ // Algo parecido le ocurrió, dos vueltas después, al español Carlos Sainz (Toro Rosso) cuando fue atacado, sin sentido, demasiado agresivo, por Checo Pérez (Force India), que le provocó el pinchazo de su rueda trasera derecha y le destrozó toda la aerodinámica de su coche, impidiendo que el hijo del bicampeón del mundo de rallys pudiese pelear por los puntos. Al final, con el monoplaza muy tocado, Sainz y su equipo decidieron retirarlo de la pista, en la vuelta 32, para ahorrar motor. Destacable fue también la evolución de los Manor (volante con el que pretendía repetir este año el castellonense Roberto Merhi), con el alemán Pascal Wehrlein finalizando en el puesto 13º. H