Transformación total del Castellón, que hace cuatro meses salió con el rabo entre las piernas de la Nova Creu Alta y muy cerca del descenso a Tercera, cuando solo faltaban tres jornadas. Ahora, inicia la temporada con un semblante completamente diferente. «La pasada temporada no pudimos conseguir ganar fuera de casa en casi todo el año, aquí nos llevamos un palo muy gordo... Lo que es el fútbol: nueva temporada, nuevos jugadores, nuevas energías... Venimos a uno de los campos más difíciles y nos vamos con un 0-2, con buen fútbol y buenas sensaciones», afirmó Rubén Díez, autor de ese segundo tanto.

Preguntado sobre el motivo de esa metamorfosis, el mediapunta zaragozano no acertaba a verbalizarlo: «No sé lo que ha cambiado». «El equipo está más comprometido, hay más juego interior, las piernas están frescas...», detalló el 10 del Castellón.

Sin embargo, viniendo de donde se viene, Rubén Díez pide mantener los pies en el suelo. «Vale que hemos ganado en un campo muy complicado, pero es solo la primera jornada», recetó.

No tuvo una dedicatoria especial por su gol (ya marcó uno la pasada campaña, frente al Atlético Levante), más allá de acordarse de los cerca de 200 aficionados albinegros desplazados. «César me la deja en bandeja», admitió.

El 0-2 tampoco encontró demasiada respuesta en Antonio Hidalgo, entrenador del Sabadell. «El Castellón ha hecho un gran partido y nosotros hemos tenido muchas imprecisiones», dijo el técnico del conjunto arlequinado. «Han ganado merecidamente», apostilló el entrenador de Canovelles, que sacó la bandera blanca en la batalla planteado por su homólogo, Óscar Cano. «Nos tenían bien estudiados, han interpretado mejor algunas situaciones tácticas y no nos han permitido tener continuidad en nuestro juego», enumeró Hidalgo.