Con 19 años se presentó al gran público de la peor manera posible. Descubierta con un motor en su bicicleta, con el que intentaba proporcionarse un plus de velocidad ante sus rivales, la joven belga Femke van den Driessche vivió un tormento del que todavía está sufriendo las consecuencias. Tras anunciar su retirada, por las fuertes presiones sufridas y para intentar minimizar el impacto de lo ocurrido, la ciclista ha conocido este martes la sentencia del máximo organismo. En un breve comunicado, la UCI ha hecho oficial su decisión de suspender a den Driessche durante los próximos seis años por el anómalo caso de dopaje mecánico.

En el primer suceso ocurrido de esta índole, existían muchas dudas sobre cuál sería el castigo. Tal y como expone el anuncio de la UCI, la sanción será efectiva hasta octubre de 2021, y todos sus logros cosechados desde octubre de 2015 serán eliminados con la posterior obligación de retornar los premios recibidos. La ciclista también ha sido condenada a pagar 20 mil francos suizos (18.180 mil euros) y las costas del procedimiento, que se estiman en unos 100 mil euros, y que representa la culminación de un hecho que ha marcado un antes y un después en el ciclismo.